
Andalucía
En buena y divertida compañía
Tricicle, Los Ulen y Los Síndrome comparten con “El Gordo y el Flaco”, cuya historia está en las carteleras, su capacidad para hacer reír
Tricicle, Los Ulen y Los Síndrome comparten con “El Gordo y el Flaco”, cuya historia está en las carteleras, su capacidad para hacer reír
Han pasado casi 40 años desde que tres estudiantes barceloneses de expresión corporal, Paco Mir, Carles Sans y Joan Gràcia, debutaran en una sala de café teatro con “Manicomic”; tras este primer montaje, que depuraron y mejoraron, siguieron otros inolvidables como “Exit”, “Slastic” y “Terrific”. Ahora regresan a Andalucía y durante varios días se podrá ver en el Teatro Lope de Vega de Sevilla “Hits”, una antología con algunos de los mejores gags de sus espectáculos, que llegará al Teatro Falla de Cádiz a finales de mes. Una vez más, este trío de cómicos se metió en el bolsillo a los espectadores durante el estreno del pasado miércoles gracias a su comicidad. La espera en la consulta del dentista, o cómo sacarle todo el partido a una lámpara, el proceso de selección de artistas, reparto de prensa en un avión, un truco de ilusionismo y el adiestramiento de un perro son algunos de los momentos inolvidables de “Hits”.
Esta obra ha venido prácticamente a solaparse con “Una de romanos”, de “Los Síndrome”, en un espacio de referencia de la escena andaluza, la Sala Cero de Sevilla. Se ha podido ver hasta el pasado fin de semana y regresará de nuevo al mismo escenario a partir del 10 de abril; lo hará, además, durante casi un mes, con la excepción de Semana Santa. Este divertidísimo montaje se estrenó en julio de 2014 en el Antiquarium de Sevilla a modo de guía turística, pero en clave de humor, de los restos arqueológicos romanos allí expuestos. Lo que empezó siendo concebido para este espacio derivó, gracias a su éxito, en una obra que sigue provocando carcajadas casi cinco años después allí donde Práxedes Nieto y Víctor Carretero, integrantes de esta compañía, la representan con la dirección de Fernando Fabiani. Ellos tienen en común con “Tricicle” la admiración por la figura del “clown” (de hecho, los cómicos sevillanos recurren a la nariz de payaso no solo en la imagen promocional del espectáculo o en el logo de la compañía sino también durante la función), pero, a diferencia del conjunto catalán, recurren a los diálogos para construir sus gags además, por supuesto, de la expresión corporal y la gestualidad.
Antes de que este dúo artístico surgiera en 1998 con el nombre de “Síndrome Clown”, en Andalucía destacó una compañía que apostó por la mejor tradición del humor de raíces circenses, encarnado en los célebres hermanos Tonetti. Agrupados en torno a su profesor Friedhelm Grube, más conocido como “Fli”, Pepe Quero, Paco Tous, Maite Sandoval y Pepa Díaz-Meco crearon a finales de los 80 “Ulen Spigel Teatro”, nombre flamenco tomado de uno de los bufones que mejor sabía sortear a la Inquisición durante el reinado de Carlos V y el mandato del Duque de Alba, en el siglo XVII. Al igual que ocurrió con “Los Síndrome”, el nombre de la compañía se simplificó en “Los Ulen” y tras la muerte, en un desgraciado accidente de tráfico, de su profesor y mentor, así como la retirada de Díaz-Meco, el grupo quedó formado finalmente por tres personas; asimismo evolucionó del humor más propio del “clown” hasta la sátira más corrosiva sin perder de vista la crítica social. Durante casi dos décadas brillaron en el panorama teatral andaluz y llegaron a tener una sala propia, “La Fli”, pero su apertura coincidió con la crisis económica y se la acabó llevando por delante, final del que afortunadamente se libró, por muy poco, el Teatro Salvador Távora.
“Hits” y “Una de romanos” han coincidido en la cartelera con una excelente película sobre la genial pareja de cómicos “El Gordo y el Flaco”. Esta producción británica se centra en el ocaso de su carrera, durante una gira teatral por el Reino Unido y que acabó resultando su despedida. Oliver Hardy (el Gordo) y Stan Laurel (el Flaco) supieron sobrevivir a la difícil transición que supuso la llegada del sonido al cine, momento traumático para muchos actores, como se pone de manifiesto en “Cantando bajo la lluvia”; Hardy, con su acento sureño, y Laurel, con uno marcadamente británico, también lograron sobreponerse a una ruptura profesional, pero no consiguieron que su exitosa trayectoria perdudara más allá de la II Guerra Mundial, como se narra en esta película, protagonizada por John C. Reilly y Steve Coogan, que logra divertir y emocionar. Desprende una evidente nostalgia que se equilibra con una serie de divertidísimos gags, como el de las puertas, y con ciertos guiños a sus trabajos más memorables, como en el caso de la maleta en las escaleras, que remite a “The music box”, cortometraje ganador de un Oscar. En cualquier caso, por encima de las referencias al cine y al teatro, “El Gordo y el Flaco” es, ante todo, una hermosa historia sobre la amistad y la lealtad entre dos grandes artistas, que lograron superar algún decisivo episodio de decepción, y que mostraron una enorme humanidad delante y detrás de las cámaras, además de una extraordinaria capacidad para hacer reír, cualidad compartida por los integrantes de “Tricicle”, “Los Síndrome” y “Los Ulen”.
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