Sevilla

Fernando Rodríguez Villalobos: «Apoyaré a Susana Díaz en las Primarias y no porque me llame ‘tito Fernando’»

El presidente de la Diputación de Sevilla analiza el horizonte electoral y los presupuestos que acaba de presentar la institución supramunicipal

El presidente de la Diputación de Sevilla, Fernando Rodríguez Villalobos / Foto: Manuel Olmedo
El presidente de la Diputación de Sevilla, Fernando Rodríguez Villalobos / Foto: Manuel Olmedolarazon

El presidente de la Diputación de Sevilla analiza el horizonte electoral y los presupuestos que acaba de presentar la institución supramunicipal

Su continuidad en la Presidencia de la Diputación de Sevilla se ha atribuido a un pacto entre las ejecutivas regional y federal del PSOE-A, entre «sanchistas» y «susanistas», pero ¿agotará la legislatura o ha firmado algún documento en el que dijera que se apartará en un año?

No hay ninguna firma de documento ni nadie desde el plano oficial se ha dirigido a mí para ponerme una temporalidad. No es verdad, es un invento. Después de una dilatada trayectoria política, uno no está aquí para una eventualidad porque me voy a mi casa y asunto terminado. ¿Había alguien interesado en decirlo? Posiblemente.

¿A quién se refiere?

Puede haber gente interesada en ese tipo de comentarios interna y externamente. No hay un nombre y apellido.

En cualquier caso, ¿tiene apuesta para su relevo?

He dicho que sí continuaba porque así me lo pidió la dirección regional, que es la que corresponde, refrendado por la federal, y no hay que hablar más de tiempo. A trabajar.

De hecho, presentó hace unos días el Presupuesto de la Diputación para 2020 que suma 16 millones más que el actual hasta alcanzar los 469.

En vez de alimentar comentarios, trabajamos en agosto para tener los Presupuestos listos. Ya presenté el anteproyecto a la Junta de Gobierno, a los grupos y al Consejo Económico y Social provincial, que pueden hacer sugerencias. Luego llegará la aprobación en el pleno.

Ha dicho que 63 millones de ingresos se quedarán en el cajón, ¿por qué?

Por la Ley de Estabilidad Presupuestaria y el concepto llamado techo de gasto, un listón con el que no estamos de acuerdo los municipalistas. Se inventó por el ministerio liderado por Montoro en la crisis. Entendieron que hacía falta poner pie en pared y frenar el gasto público. No lo critiqué entonces, pero ya ha pasado esa racha mala, tenemos más de 300 millones como reserva en los bancos y hemos cumplido, por lo que nos tienen que hacer un gesto. De hecho, de 365,40 millones de ingresos no financieros, sólo podemos gastar 302 por esa regla de gasto, por lo que 63,08, al cajón. Ése es el tira y afloja que tenemos los municipalistas con las autoridades competentes.

¿Les marcan desde arriba también en qué gastar el superávit?

Sí y tampoco estamos de acuerdo. Queremos ser autónomos, mayores de edad, pero se empeñan en ese tutelaje que está siempre derivado de ejercer el poder. Estamos en la línea del entendimiento con el Gobierno en funciones desde la FEMP en una mesa de diálogo para una futura financiación de las haciendas locales. Es fundamental que nos dejen invertir al menos una parte de los 300 millones en el problema mayor que tenemos: la despoblación.

¿Hay partidas en las cuentas de la Diputación para la Sevilla vaciada?

Las hay porque el Gobierno central ha sido sensible y nos ha subvencionado unas ayudas para emprendimiento, autónomos... Pero eso es el inicio, que aplaudo porque alguien tenía que dar el pistoletazo de salida, pero que hay que alimentarlo. Es una cuestión de Estado y todos tenemos que remar en la misma dirección. Si no queremos que un pueblo cierre las puertas, hay que abordar la falta de empleo.

Ha sido reelegido presidente de la FAMP y habló de la necesidad de una mesa de trabajo sobre la financiación local, ¿la ha creado ya?

No me refería a una nueva, sino a tener un sillón en la mesa nacional de las discusiones sobre financiación a la que aludía antes y en la que se va a sentar la FEMP. Los ayuntamientos dimos un paso atrás para que se formalizara el puzle de la España de las autonomías, pero ya va siendo hora de que la parte sacrificada tenga su protagonismo. Reivindicamos que se nos financie lo justo y no vamos a permitir ya coger servicios que prestar sin tener antes unos Presupuestos que los arropen. Estamos celebrando los 40 años de ayuntamientos democráticos y nos merecemos que se nos escuche porque hemos contribuido a que Bruselas dé el «ok» a los Presupuestos Generales.

¿Qué opina de la situación de bloqueo que vive el país?

Se ha demostrado inmadurez política por parte de algunos líderes. En los últimos años han salido estrellas fugaces que han tenido un subidón y han muerto como UPyD, Podemos o Cs y ahora Errejón, ¿será otra? Han ido de salvadores de la patria y se han quedado en partidos minoritarios que no tienen el músculo del PP o del PSOE. Hay que tener altura de miras porque no podemos estar en una ingobernabilidad permanente. El partido mayoritario elegido por los españoles ha intentado formar gobierno, pero si otro no quiere ponerse de acuerdo es imposible el entendimiento.

¿Y qué ocurrirá tras los resultados del 10-N?

Si los ciudadanos siguen entendiendo que la correlación de fuerzas es la que es, algunos partidos que se han negado incluso a sentarse, tendrán que cambiar porque España no está ya para esas actitudes y esos comportamientos políticos. Espero que los que tenemos la sartén por el mango, el votante de a pie, piense que la manera de evitar esos bloqueos es tener en cuenta a los partidos que han demostrado tener cierta flexibilidad. Yo sé lo que voy a votar.

Pues hablando de votar, ¿apoyará a Díaz en las Primarias del PSOE-A?

Claro que sí. Es una política que más quisiera muchas como ella.

¿Le llama «tito Fernando» o es una leyenda urbana?

Es un término cariñoso que ha acuñado porque lo siente. No hay ligazón de sangre. Pero no la voy a apoyar porque me diga tito, sino porque la veo con capacidad, fuerza y ganas. Hacen falta personas con ese calado social e intelectual y ha sido gestora. La gente verá si merece la pena aumentar la mayoría que obtuvo frente a la unión rara de intereses políticos distintos como los de Ciudadanos, Vox y PP.