España

Gordillo «veta» la presencia de su hijo en un acto escolar por estar la bandera

El portavoz del PSOE reprocha al alcalde de Marinaleda el «deplorable» gesto

Vista de la escenografía preparada para el acto escolar que incluía la bandera de España y de otros países
Vista de la escenografía preparada para el acto escolar que incluía la bandera de España y de otros paíseslarazon

El PSOE de Marinaleda denuncia que el alcalde del municipio sevillano desde 1979, Juan Manuel Sánchez Gordillo, líder nacional de la Candidatura Unitaria de Trabajadores (CUT) que el pasado 24 de mayo revalidó su mayoría absoluta, ha «vetado la participación de su hijo» en una actividad escolar del Centro de Educación Infantil y Primaria Encarnación Ruiz Porras. ¿El motivo? «En el decorado que se preparó para el evento se encontraba, entre otras, la bandera de España», explica a LA RAZÓN el portavoz socialista en la localidad, Mariano Pradas. Un gesto, a su entender, «deplorable», «inaudito» y que «roza la ilegalidad».

Pradas no entiende cómo el alcalde, «quien debería representar a todo el pueblo, a todos los vecinos de Marinaleda» rechaza «la bandera española, que es un símbolo de la soberanía nacional» que debe respetarse, argumenta a este periódico.

Ha plasmado su queja también en un escrito en el que se destaca que lo más grave pasa por la pretensión de «retirar la bandera para permitir la participación de su hijo en el acto», si bien, Pradas se felicita de que «esta vez no le dejaran que se saliera con la suya y siguiera adelante con tan bárbara exigencia», ya que los profesores del centro educativo «se negaron» a materializar su petición.

«Inaudito es también –apunta el portavoz socialista en su escrito– que tanto en el pabellón deportivo municipal como en dependencias judiciales se encuentre colgada la fotografía del Che Guevara –Ernesto Guevara, político argentino que se ha convertido en un icono mundial tras liderar en los cincuenta la revolución cubana– como si este personaje representase a las instituciones españolas», desliza. «Tampoco veo lógico que no esté la bandera nacional en el Ayuntamiento y sí la republicana en dependencias de la Alcaldía», añade el socialista para rematar: «Esperamos no ver en el futuro la bandera venezolana ni fotografías de Maduro –Nicolás, presidente venezolano–, símbolo de la opresión y de la falta de libertades que sufre su pueblo. Ya está bien».

Pradas, para quien las formas del alcalde a menudo son ajenas a lo que marca el protocolo, ha lamentado en numerosas ocasiones en conversaciones con este diario, que en el municipio de la sierra Sur sevillana haya «poco espacio para la crítica».

En Marinaleda, uno de los epicentros de la lucha jornalera en la comunidad, la simbología es importante, de ahí que en el escudo local se pueda leer la frase «Una utopía hacia la paz», o que las calles estén rotuladas con nombres como el del propio Che, Salvador Allende, Fermín Salvochea o Unión Obrera.

Las recientes municipales volvieron a dejar claro que Sánchez Gordillo conserva su legión de seguidores, con independencia de las siglas bajo las que concurra. Tras un periodo de indecisión, lo hizo finalmente por las de CUT-IU –fue parlamentario andaluz de la coalición de izquierdas una etapa de la pasada legislatura hasta que tuvo que elegir entre su escaño y la Alcaldía–, pero puede que en el futuro decida que no son las que volverá a seguir con los suyos. Le gusta Podemos. De hecho, cuando este periódico contactó ayer con él para preguntarle por la cuestión de bandera, se encontraba en una reunión con miembros del partido morado. El alcalde de Marinaleda pospuso en varias ocasiones a lo largo de la tarde su respuesta a las críticas del PSOE. De hecho, al cierre de esta edición, la réplica de Sánchez Gordillo continúaba sin llegar.