Hitos rocieros para una devoción universal

Tras la conmemoración del centenario de la coronación, la Blanca Paloma protagoniza esta madrugada una nueva procesión. El 19 de agosto se dirigirá a Almonte

La romería del Rocío de este año reúne una serie de hitos que la hacen muy especial. Al centenario de la coronación canónica de la Blanca Paloma –que tuvo un primer capítulo el pasado mes de septiembre con la salida extraordinaria de la imagen– se suma el inicio de un año jubilar, con motivo de la «venida» de la virgen a Almonte, que se efectuará el próximo 19 de agosto. Se pone de relieve así la trascendencia de la devoción rociera y su hondo arraigo dentro y fuera de Andalucía. Estos acontecimientos, sin embargo, no alteran los rituales de la tradicional romería de Pentecostés, que vivirá su punto álgido esta madrugada con la salida de la virgen por las calles de la aldea. Las 124 hermandades filiales, más la matriz de Almonte, ya se encuentran en las proximidades del santuario, viviendo momentos de oración junto a la imagen y de convivencia y alegría con los romeros que comparten una misma devoción. Este año se han estrenado las corporaciones de Baeza, Garrucha y Sabadell en un camino marcado por las altas temperaturas.

El pulso se acelera conforme van avanzando las horas. El primer acto de relevancia de hoy domingo es la solemne misa pontifical, que se celebra a las 10:00 horas en la plaza del Real, oficiada por el obispo de Huelva, José Vilaplana, y concelebrada por el de Asidonia-Jerez, José Mazuelos. A esta eucaristía asisten todos los capellanes de las hermandades y los simpecados se sitúan en el altar, conformado un colorista retablo efímero. Cantará el coro de la hermandad del Rocío de Sevilla, en homenaje a Rafael González Serna, recientemente fallecido. Precisamente, González Serna fue uno de los fundadores de esta formación musical y compuso el himno de la coronación canónica. Luego, la emoción irá creciendo. A las doce de la noche comienza el santo rosario de Almonte, desde la plaza de Doñana. En este acto van desfilando todos los simpecados de las hermandades, alumbrados por bengalas. Se van rezando las letanías del rosario y, de fondo, los sones musicales corren a cargo este año del coro joven de la hermandad de Huelva. Cuando el simpecado de Almonte se sitúa frente a la puerta del santuario, la tensión se dispara. Llega la hora del salto de la reja y de una nueva procesión de la Virgen del Rocío, el momento culminante de la romería.

La imagen presenta un atavío renovado. El bordador Fernando Calderón le ha realizado un nuevo terno –compuesto de traje y manto– que viene enriquecer el ajuar con el que ya cuenta. Además, con motivo del centenario de la coronación, el taller de los hermanos Delgado ha cincelado una nueva corona –también para el pastorcito–, regalo de las hermandades. Tal y como ocurrió en septiembre, el paso saldrá con bambalinas, también bordadas por Calderón. Están confeccionadas en tisú color marfil y en el interior se reproduce la letra de la sevillana que le compuso el canónigo Muñoz y Pabón: «La Virgen del Rocío no es obra humana».

Cada siete años la Blanca Paloma visita Almonte y en este 2019 toca una nueva «venida». Por este motivo, el Vaticano ha concedido la apertura de un año jubilar, que tendrá un carácter «perpetuo» porque se celebrará cada vez que se produzca este hecho. Este periodo de gracia tuvo ayer un arranque simbólico con la apertura de las puertas del santuario como «puerta santa» del nuevo jubileo, a cargo del obispo de Huelva. Estuvieron presentes todos los obispos del sur de España, además del prelado castrense, dando así la Iglesia su respaldo y reconocimiento a la devoción rociera. Posteriormente, el arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, ofició una misa conmemorativa del centenario de la coronación. La hermandad matriz quiso tener este gesto con el prelado hispalense, ya que fue otro arzobispo de Sevilla, el cardenal Almaraz, el que coronó a la Blanca Paloma en 1919.

Una vez que la virgen regrese al santuario comenzará el camino de vuelta de las hermandades, con la mente puesta en el próximo 19 de agosto. Es la fecha indicada para la «venida» a Almonte. Vestida de pastora, la imagen volverá a salir por la tarde de su templo y se le colocará un velo para protegerla del polvo. Luego, enfilará el camino de los Llanos, que recorrerá durante toda la madrugada acompañada por sus devotos. Las hogueras y las antorchas van alumbrando el camino, salpicado de altares efímeros con flores donde va siendo colocada. Las denominadas «abuelas de Almonte» van portando los atributos de la virgen, como la corona o la media luna que se sitúa a sus pies. Antes del amanecer llega al Chaparral y, cuando los primeros rayos de sol acarician su silueta, las camaristas le retiran el velo, dando paso al estruendo de las escopetas y los trabucos. Luego, recorre las calles de Almonte, engalanadas para la ocasión.

Frente a la parroquia de la Asunción, donde permanecerá la Virgen del Rocío, se alzará una catedral efímera, que recibirá a la imagen y a los miles de devotos que pasarán por el templo. Se ha realizado tradicionalmente con arcos de madera, pero en esta ocasión en el proyecto de la arquitecta municipal, Natividad López, se contempla el acero y el aluminio para que la estructura sea más segura y se simplifique el montaje. El proyecto contempla zonas transparentes y se mantienen las tradicionales zonas forradas por papel que elaboran, principalmente, las mujeres de la localidad. La iluminación con luces LED es otra de las novedades, así que este monumento irá cambiando de tonalidad en función del tiempo litúrgico. La inversión asciende a 685.000 euros y los trabajos han sido adjudicados a la empresa G-Metal, que ha elaborado una aleación de aluminio y titanio blanco para su construcción. Tendrá una altura máxima de 20 metros. Desde agosto hasta mayo del próximo año, cuando la Virgen del Rocío regrese a la aldea con motivo de una nueva romería, Almonte se convertirá en un epicentro devocional de primer orden.