Educación

La homosexualidad masculina, un «hábito tóxico» que causa ictericia

La Razón
La RazónLa Razón

Unas diapositivas exhibidas en un aula de la facultad de Medicina hispalense desataron la polémica. Dos estudiantes, que asistían a la clase de «Patología general: semiología y prodepéutica» de segundo curso del Grado, comprobaron cómo la «homosexualidad masculina» era incluída entre los «hábitos tóxicos» que inciden en la «ictericia». Hicieron una fotografía y la difundieron por las redes sociales.

Eso ocurrió el 14 de mayo pasado. El martes, la información llegaba a manos de la Confederación Española de Asociaciones de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales (Colegas), que sólo un día después trasladaba su «indignación» al Consejo de Gobierno de la Universidad de Sevilla. El colectivo denunció ayer en un comunicado que «estudiantes de diferentes áreas y materias de segundo curso procedieron a remitir a blogs capturas de las presentaciones emitidas al estudiantado, en las que se hacía referencia a la homosexualidad como una enfermedad».

La situación motivó también una queja formal de la Delegación de Alumnos, que reclama al vicerrector de Estudiantes y al director del departamento de Medicina la corrección de la presentación de la clase –unas diapositivas fechadas en 2003, según detallan– y «la petición de disculpas por parte del profesor correspondiente».

Según admitieron a LA RAZÓN de Andalucía, desconocen el nombre del docente que impartió ese día la clase. Tampoco el departamento de Medicina que dirige Antonio Aznar supo concretar de qué profesor se trata, alegando que «acabamos de recibir la queja y tenemos que recabar información». La propia Universidad, que remitió al citado departamento para esa aclaración, señaló que «son muchos los que imparten esa asignatura» y en ningún caso negó lo ocurrido.

Colegas advierte en su escrito de que «la Libertad de cátedra, y autonomía de la Universidad, no pueden amparar los delitos de odio» e insiste en que «camuflar la discriminación como un hecho científico y clínico es una perversión de las garantías constitucionales que dan sentido a la institución universitaria». En este sentido, reclamó «el fin de estas prácticas homófobas» y exigió una «reunión monotemática» con los responsables de la facultad para determinar medidas que erradiquen estos comportamientos.