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Las cosas de «El Beni»

La Razón
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Benito Rodríguez Rey, «El Beni de Cádiz», era nieto de «El Niño de la Isla», un cantaor tan sublime como desconocido. Aunque se inició como bailaor, fue un artista de largo repertorio, dominando muchos palos del cante flamenco con extraordinarias facultades. Acompañó a Lola Flores y a Manolo Caracol. Y era un virtuoso del compás. «El Beni», nacido en los años 30, pertenecía a una sublime generación de flamencos gaditanos: Aurelio Sellés, «La Perla», Ignacio Ezpeleta, «Brillantina» o su inseparable amigo de vivencias y aventuras, «El Cojo Peroche». Célebres son las anécdotas que ambos protagonizaron: al ver la placa en la casa donde nació José María Pemán o aquella otra en la que ambos estaban en el cine viendo una película del oeste. Historias que quién sabe qué grado tienen de ficción o realidad, pues el pueblo se las atribuye y las hace suyas. «El Beni» era la espontaneidad pura, la chispa que brotaba de un ingenio inusual. Fabulador, reinventor de travesuras y embustes con una gracia única. A «El Beni», debido a una grave enfermedad, le dieron por muerto en un periódico de Madrid, allá por el 59... Y Cádiz le hizo un enorme homenaje. El propio Benito acudió, pese a su estado, al teatro e incluso se atrevió a entonar un fandango, entre una enorme ovación del respetable: «Personas que se han querío/y se encuentran por la calle/ o se mudan de color/ o se dicen un desaire». Ahora, José Luis García Cossío, «El Selu», se vuelve a subir al escenario del Teatro Falla, en el Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas (COAC), con la chirigota «Pepe Trola», inspirada en las historias de «El Beni», de «Chano Lobato» o de «Pericón». Bendito homenaje a uno de los personajes más geniales que parió esta milenaria tierra andaluza.