Las diputaciones provinciales se marcan como reto frenar la creciente despoblación

Sevilla y Almería proponen planes de fomento del empleo para evitar el éxodo desde los núcleos más pequeños

La despoblación de las zonas rurales afecta de manera intensa a la meseta de España. Andalucía, la comunidad autónoma con más habitantes del país, no es ajena a este fenómeno y son varias las causas que explican esta circunstancia. Por ejemplo, la población se concentra en núcleos de mayor tamaño y la red de servicios puestos a disposición de la ciudadanía, dependiendo de la comarca, se ha hecho más tupida en los últimos años. No obstante, los pueblos de interior se vacían, tanto que en la última década estos municipios, de escaso tamaño, han perdido casi 168.000 habitantes. En definitiva, 533 pueblos de la región tienen menos habitantes que hace diez años, el 68 por ciento del censo total.

Sevilla y Almería son dos provincias donde la población ha crecido en la última década. Sin embargo, los habitantes de los pueblos de interior se ven abocados al éxodo dadas las escasas oportunidades laborales. En Sevilla, por ejemplo, hay 50 núcleos que pierden vecinos, 17 de ellos por encima del cinco por ciento en las sierras, la Campiña, el Corredor de la Plata y la Vega. En Almería, uno de cada tres pueblos padece las consecuencias de la despoblación. Tienen menos de 12,5 habitantes por kilómetro cuadrado, que es el umbral de densidad poblacional que utiliza la Unión Europea para calificar este problema. Las comarcas más afectadas son las de la Alpujarra, Nacimiento, el Campo de Tabernas y los Vélez.

Las diputaciones provinciales se han marcado como reto frenar esta sangría poblacional. Ayer, en la elección de los presidentes de la de Sevilla, Fernando Rodríguez Villalobos (PSOE), y de Almería, Javier Aureliano García (PP), salió a relucir este asunto como una prioridad en el nuevo mandato que ahora comienza.

En este sentido, Villalobos anunció la puesta en marcha de la estrategia «Objetivo provincia viva», centrada en crear oportunidades y empleo desde la formación especializada, propiciar «ecosistemas de emprendimiento», el fomento del asociacionismo, exenciones fiscales y ayudas en línea con los objetivos de la Agenda 2030, así como la «plena transformación digital». Esto se une a la creación de sendas oficinas estratégicas para estos retos, con un observatorio que analizará los avances que se vayan produciendo.

En la Diputación de Almería este asunto ocupa un lugar preferente en la agenda de gobierno, tanto que al área de Presidencia se le añaden los ámbitos de Turismo y Despoblación, como muestra del «compromiso» con los pueblos almerienses, subrayó García. Por tanto, se pondrán en marcha planes específicos destinados a fomentar el empleo, como el Plan de Autónomos, y a asentar a los vecinos en el territorio. Otra de las medidas en esta dirección es la instalación de cajeros automáticos en los núcleos de menor población.

En cuanto a las sesiones de investidura, Villalobos revalidó el cargo por cuarta vez. En su discurso, se mostró reivindicativo y remarcó su intención de acudir al Ministerio de Hacienda para que «permita poner en carga al menos el 30 por ciento de nuestros depósitos bancarios», todo ello «sin poner en peligro la estabilidad». Esto conllevaría que la Diputación, «con deuda bancaria cero», pueda invertir 96 millones de euros. También confió en que la Junta y el Estado aporten una cifra similar, hasta llegar a los 300 millones. Villalobos mostró su «hartazgo de escuchar solo buenas intenciones», aunque valoró el decreto de ayudas del Estado, que ya ha aprobado dos de los tres proyectos presentados para Sevilla por tres millones. Esto se une a programas como el Supera o el de Fomento de Empleo Agrario, así como «un ambicioso programa de obras y proyectos eficientes», un plan director de la red viaria, el refuerzo del plan de senderos y continuar la hoja de ruta del Consorcio de Bomberos, rematando instalaciones de Morón, Carmona, Mairena del Alcor y Los Palacios.

De su lado, García ofreció «diálogo» al resto de partidos durante su discurso de investidura. Vuelve a ser elegido como presidente provincial después de que tomara posesión por primera vez en enero. Fue proclamado después de la votación de los diputados provinciales, quienes respaldaron su candidatura con 16 votos a favor, esto es, los de los 14 representantes del PP y dos de Vox. El diputado de Cs votó en blanco. «Esta corporación trabajará de manera incansable para ofrecer los mejores servicios», señaló, además de mostrar su voluntad de «consensuar» los grandes temas que se planteen.