Andalucía

#Losúltimos100

Extracto de la campaña de Save The Children
Extracto de la campaña de Save The Childrenlarazon

Si te preguntaran de manera directa si harías todo lo que estuviese en tu mano para salvar la vida de un niño, posiblemente responderías que sí, que harías todo lo necesario. Si además te dijeran que la muerte de ese niño se podría evitar, probablemente te preguntarías por qué no se ha actuado antes de llegar a este angustioso momento.

Es posible que también te preguntas qué o quién ha fallado para tener que llegar justo a ese instante, al momento en el que te ha tocado convertirte en el salvador improvisado de una vida inocente, de una persona en pleno desarrollo, crecimiento y aprendizaje.

Estas preguntas nos las hacemos a diario desde Save the Children, pero más aún estos días con motivo del lanzamiento de nuestra campaña #LosÚltimos100, dedicada a los últimos 100 niños y niñas que han perdido la vida en España a consecuencia de acciones violentas. Además, exigimos la aprobación de una Ley Integral para la Erradicación de la Violencia contra la Infancia en nuestro país.

100 niños que han perdido la vida, que han sido asesinados fruto del maltrato y la violencia física, el abuso sexual, la violencia de género o que han acabado suicidándose a causa de sufrir situaciones de acoso escolar.

En la mayoría de las ocasiones, sus asesinos son personas de su entorno cercano, familiares o conocidos. Son estas las múltiples formas de violencia contra la infancia que se manifiestan en los trágicos casos de estos 100 niños. Es la muestra más cruel de la violación de los derechos de los niños en nuestro país. Y, cuando hablamos de derechos, entramos en el campo de las normas y la capacidad que ostentan los gobiernos para hacer que éstas se cumplan.

¿Por qué, entonces, si estas muertes son evitables no se hace nada? Por un lado, la violencia contra la infancia no es todavía un fenómeno lo suficientemente visible, analizado y reflexionado por la sociedad en su conjunto como para convertirse en una práctica intolerable e inaceptable por parte de todos. No es tampoco una prioridad política, como lo muestra el no haber sido la Ley Integral de Erradicación de la Violencia contra la Infancia objeto del compromiso gubernamental, al no incluirla en su calendario legislativo de 2018, a pesar de haberse comprometido a ello en septiembre de 2017.

La semana pasada, en el examen que el Comité de Derechos del Niño de la ONU realizó a España, el Gobierno tuvo otra oportunidad de comprometerse, afirmando que en septiembre de este año la ley estará elaborada. Eso esperamos...

Pero los niños no pueden esperar más. Una sola muerte es ya demasiado para no hacer nada. 100 muertes en los últimos años es una pesadilla muy real. No deberíamos volver a preguntarnos si haríamos todo lo que estuviera en nuestra mano para salvar la vida de un niño y, peor aún, por qué aquellos que pueden contribuir a evitarlo no hacen nada.

Si quieres apoyar esta campaña, entre en www.losultimos100.org

*Javier Cuenca es el responsable de Save the Children en Andalucía