España

Otro exiliado

La instrumentalización de Azaña obliga a evocar la figura de su antecesor, Niceto Alcalá-Zamora, cordobés de Priego»

La instrumentalización de Azaña obliga a evocar la figura de su antecesor, Niceto Alcalá-Zamora, cordobés de Priego»

La desvergonzada instrumentalización de la figura de Manuel Azaña que hizo Pedro Sánchez –cualquier parecido entre la talla intelectual de ambos no es pura coincidencia, sino milagro de la genética– en su gira dominguera por el sur de Francia obliga a evocar la figura de su antecesor, Niceto Alcalá-Zamora. Cordobés de Priego, el primer presidente de la II República fue la última figura que, en la convulsa historia de España, compatibilizó el republicanismo con el ideario liberal y las inclinaciones conservadoras, lo que le granjeó su condición de exiliado de primera hora porque durante la Guerra Civil, en la denominada zona roja, no imperaba la legislación vigente sino el terror comunista. Le pilló el estallido en Escandinavia y decidió quedarse en París al enterarse de que milicianos socialistas habían ido a su casa con intención de «pasearlo». Ante su ausencia, se conformaron con saquear su vivienda y los bienes que custodiaba en el banco. Se publicaron sus memorias, sin permiso, con los preceptivos tijeretazos censores e hicieron desaparecer sus diarios, aflorados en parte recientemente en un libro titulado «Asalto a la República», que argumenta la ilegalidad de su destitución por parte del Frente Popular en febrero de 1936. En ciertos mentideros académicos, se asegura que los fragmentos más jugosos del millar largo de páginas que permanecen bajo custodia ministerial dejan en muy mal lugar al PSOE y a ERC por su involucración en el alzamiento de 1934 contra la legalidad republicana, tan golpe de Estado como el que lideró Franco dos años más tarde, aunque menos exitoso. A esta (otra) víctima de la intolerancia cafre de aquellos tiempos, vaya por Dios, no le ha pedido disculpas póstumas el presidente del Gobierno. Será porque el cementerio de la Almudena le pilla demasiado cerca.