Andalucía

Una monitora para atender a diez menores con distintas patologías

Padres de un colegio de Osuna exigen a la Junta que aumente el personal del centro

La Razón
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Padres de un colegio de Osuna exigen a la Junta que aumente el personal del centro

«Es una vergüenza que hayamos tenido que llegar a este punto para reclamar derechos de unos niños que ya cuentan con suficientes trabas como para ponerles más en su día a día», asevera una madre de un menor del colegio de educación Infantil y Primaria (CEIP) Rodríguez Marín del municipio sevillano de Osuna e integrante de un grupo de padres, algunos miembros de la Asociación Asperger local, que han movido ficha para denunciar una circunstancia: la falta de recursos del centro para atender «las necesidades más básicas» de sus hijos. Relatan a LA RAZÓN que al arrancar el nuevo curso escolar se encontraron con que, pese a tratarse del colegio «más grande de Andalucía y probablemente de España –tiene 937 alumnos–», no contaba con monitor «en el aula específica» para sus hijos, un profesional entre cuyas funciones se encuentra la de «ayudarles en el control de esfínteres», con la alimentación o en la «integración o socialización con el resto de compañeros». La educadora titular de la plaza «estaba de baja indefinida» y aunque ese hueco ya se ha cubierto esta semana, entienden que ello es insuficiente «para poder dar cobertura con garantías a todo el alumnado que precisa monitor –una decena en la actualidad–». Consideran «inadmisible» de la misma forma que «haya sólo tres maestros de pedagogía terapéutica a tiempo completo para trabajar con los 80 niños con necesidades educativas especiales censados, que podrían acercarse a los 90 a lo largo del curso», advierten. A ellos se suma otra única docente de audición y lenguaje que el centro comparte con el instituto de educación Secundaria (IES). Defienden que el volumen de trabajo que soportan esos profesionales hace imposible que puedan satisfacer los especiales cuidados que requieren estos menores o, dicho de otro modo, adaptarse a la demanda real de ese alumnado. «No nos vamos a conformar con un monitor para estos niños que presentan distintas patologías como retrasos madurativos, trastornos específicos del lenguaje, dislexia...» ni con los cuatro maestros mencionados, avisan. De hecho, ya han iniciado una campaña de recogida de firmas a través de la plataforma digital Change.org, que al cierre de esta edición se encaminaba ya a las 3.000 rúbricas, para exigir a la Consejería de Educación del Gobierno andaluz que capitanea Sonia Gaya que se ponga fin a «esta situación intolerable». «Queremos que se cumpla la ley que garantiza que nuestros hijos tengan cubiertas sus necesidades y puedan integrarse con normalidad con el resto de compañeros», condesan. Otra madre del colectivo remata: «No queremos privilegios, queremos que el colegio tenga lo que le corresponde y que no nos vendan más la moto porque llevamos años soportando los mismos problemas».