Vuelve Morante

Hay un cante y un baile por bulerías en la caseta de la Peña tío José de Paula. Jerez vive su Feria del Caballo. Enganches a la calesera. Solera y rumbo de una raza vieja. La feria de los poetas, según Juan de la Plata. Los flamencos olvidan sus penas al son de la guitarra... Jerez, tierra del cartujano y de los toros bravos. La plaza elegida por Morante para su regreso, de la mano de Manolo Lozano. Jerez... Toda gira a compás en estos días. Hasta el bastón de Rafael de Paula, sentado junto a un burladero de la plaza. El arte por el arte, el duende por el duende. La ecuación perfecta para tocar de cerca la gloria. Porque en este rincón mágico del Sur, los toreros se sienten de manera distinta. José Antonio Morante ha sabido escoger muy bien el mejor escenario para atraer las ansiadas musas de la inspiración. Mucho tendrá que ver el comportamiento de los toros de Juan Pedro Domecq, la prestigiosa ganadería que conserva el hierro de Veragua. Le acompañan en el cartel, Juan José Padilla y José María Manzanares. Del Gaudalquivir al Guadalete, hay un caudal de torería. De Gallito y Belmonte, de Cagancho y Curro Puya, hasta llegar a Curro Romero y Rafael de Paula. Morante de La Puebla tiene esos mimbres, esas hechuras y las maneras para sentir el toreo de una forma distinta y especial. Después vendrán más de veinticinco tardes, con el plato fuerte de su doble presencia en Sevilla por la Feria de San Miguel. Jerez vive sus días de fiesta esperando la tarde del adiós de Padilla y el regreso del torero de La Puebla del Río: Toros, palmas, vino y cante/ y Jerez por bulerías/ mientras sueña con Morante.