Cataluña

Baja la tasa de mortalidad por cáncer pero crece el número de afectados en diez años

Baja la tasa de mortalidad por cáncer pero crece el número de afectados en diez años
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En el año 2001, se puso en marcha en Cataluña el plan director de Oncología. Su objetivo: minimizar el impacto de la enfermedad reduciendo su incidencia y mejorando el tratamiento y calidad de vida de los pacientes. ¿Cuáles han sido los resultados de la puesta en marcha de esa hoja de ruta?, quiso saber la ex consellera de Salud y diputada del PSC, Marina Geli, en una pregunta parlamentaria realizada por escrito al responsable del sistema sanitario catalán actual, Boi Ruiz. Las cifras hablan por sí sólas y dicen que la tasa de mortalidad ha bajado, entre los años 2001 y 2010, pero, en números absolutos, ha aumentado la cifra de pacientes y de defunciones por esta enfermedad.

Es decir, el cáncer afecta a más gente y sigue siendo una de las primeras causas de muerte pero, también, muchas más personas superan la enfermedad. Esto se traduce en que la tasa de mortalidad ha bajado en los hombres un 1,8 por ciento, mientras que en las mujeres lo ha hecho en un 0,7 por ciento. Cifras que, según el plan director de Oncología, «no son estadísticamente significativas», aunque pueden dar pistas sobre lo que se ha hecho bien hasta ahora y lo que aún debe mejorar.

Uno de los primeros objetivos de dicho plan fue el de desarrollar y extender el diagnóstico precoz del cáncer de mama en todo el territorio catalán. El proyecto ha dado resultados muy positivos, ya que actualmente se detectan más y mejor tumores en fases iniciales, lo que ha conllevado que la supervivencia a este tipo de cáncer sea del 90 por ciento con secuelas mínimas para las pacientes. Asimismo, el impulso dado, en la primera década de este siglo, a la investigación ha implicado que se hayan realizado importantes hallazgos sobre los diferentes tipos de tumor y avances en la obtención de terapias más efectivas y menos tóxicas. Gracias al trabajo en equipo de investigadores y clínicos, los pacientes se han podido beneficiar de ello rápidamente. Así, por ejemplo, la mortalidad por un tumor de próstata ha descendido un 3,5 por cientoy la tasa de defunciones por un cáncer de mama ha bajado en un 1,9 por ciento.

Pero, y a pesar de que la ciencia avanza en beneficio de las personas, éstas siguen resistiéndose a abandonar ciertos hábitos que le son perjudiciales. El cáncer de pulmón ha aumentado entre la población feminina y, con ello, la mortalidad se ha elevado un 5,3 por ciento. Todo, consecuencia del tabaquismo. En este sentido, la prevención sirve de poco si el ciudadano no se hace responsable de sí mismo.