Cerca de 80 entidades del Raval unen fuerzas contra los narcopisos

Cerca de 80 entidades del Raval escenificaron ayer un frente común para reclamar soluciones a la problemática del tráfico de drogas y los narcopisos en el barrio.

Cerca de 80 entidades del Raval escenificaron ayer un frente común para reclamar soluciones a la problemática del tráfico de drogas y los narcopisos en el barrio. Por primera vez suman esfuerzos para pedir a todas las partes implicadas, las administraciones, unidad de acción. En el manifiesto presentado ayer quisieron advertir al Ayuntamiento, la Generalitat y el Gobierno de la situación que atraviesa el barrio y pidieron más recursos, además de trabajar de forma más organizada para frenar el tráfico de drogas en el Raval.

Este colectivo, además, propone destinar a alquiler social el mayor número posible de pisos y locales vacíos del Raval como medida para combatir los narcopisos, especialmente los que pertenecen a los bancos.

En el manifiesto «Compromiso comunitario por un barrio sin tráfico de drogas» explican que en los últimos meses ha ido al alza el fenómeno de las drogas en el barrio y apuntan a la presencia creciente de organizaciones criminales internacionales en el Raval. Alertan además de que cada vez hay más turismo internacional de drogas en el Raval. Por todo ello, piden «la actuación inmediata coordinada y despolitizada» de las administraciones para evitarlo.

«Cronificación»

Las entidades firmantes alertaron del peligro que supone la «cronificación de los narcopisos» y por ello piden a los propietarios que destinen a alquiler social el mayor número de pisos y locales vacíos del barrio, como fórmula para combatir los narcopisos y, la vez, luchar contra la gentrificación que «genera la expulsión de los vecinos». Piden también reforzar los recursos para atender a las personas consumidoras de drogas.

El histórico activista del barrio, Enric Canet, recordó que el Raval ha mejorado con los años y que «ya no es un gueto», pero también subrayó que «aparecen nuevos problemas porque está en el centro de la ciudad» y los vecinos están «en lucha constante para vencerlos». Por eso quieren que la problemática de las drogas no estigmatice el barrio, y en este sentido piden «el apoyo de los medios de comunicación» para que muestren no sólo las realidades negativas del barrio, sino también las positivas.

Otra reclamación vecinal es el «esfuerzo mancomunado de instituciones y propietarios» para poner en alquiler social el mayor número de pisos y locales vacíos del barrio, para combatir los «narcopisos» y, a la vez, luchar contra la gentrificación que «genera la expulsión de los vecinos».

El refuerzo de los recursos para atender a las personas consumidoras de drogas mediante el fomento de «procesos de cuidados, acompañamiento, inclusión y convivencia» también es una reclamación de las entidades firmantes.

Entre las más de 80 entidades que se han adherido al manifiesto constan Amigos de la Rambla, Fundación Raíces, el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB), la Asociación de Mujeres Marroquíes en Cataluña, el Casal, la Fundación Ibn batuta, el Liceo, el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (MACBA), la Escuela Massana y la Escuela Oficial de Idiomas Barcelona Drassanes.