El MWC bate su récord y cierra con 85.000 asistentes

El Mobile World Congress baja el telón de una edición atípica en la que los móviles no han sido los principales protagonistas. En su lugar, los relojes y las pulseras inteligentes, además del resto de dispositivos «wereables» (ponibles), se han alzado como los reyes del congreso. No en vano, las principales presentaciones de smartphones han dejado un poco fríos a los asistentes. Mención aparte merece la presencia del creador de Facebook, Mark Zukerberg, que, tras la compra de Whatsapp y el anuncio de que el popular servicio de mensajería ofrecerá llamadas por internet, está a las puertas de poner en marcha el sistema de comunicación total. Así, el Mobile World Congress ha cerrado su edición más exitosa con 85.000 visitantes, 13.000 más que el año pasado.

Al margen de las esperadas noticias sobre Facebook y Whatsapp, las miradas estaban centradas en Samsung y Sony. Al fin y al cabo, los dos gigantes del sector habían escogido el congreso para presentar sus buques insignia para este año. O al menos para la primera mitad del año. Y es que durante 2013 se ha puesto de moda sacar dos versiones, con apenas seis meses de diferencia del principal terminal de cada marca (Sony Xperia Z y Z1 o Samsung Galaxy S4 y S4 Advance). Lo que a priori parece una estrategia comercial para vender más móviles ha hecho que el Z2 y el S5 se perciban más como una versión mejorada de sus anteriores smartphones que como un nuevo móvil. Por muy deprisa que vaya la tecnología, los seis meses de diferencia entre modelos se antojan insuficientes para sorprender al público.

En cualquier caso, el relevo de los móviles lo han cogido las pulseras y relojes inteligentes. Todas las grandes marcas han sacado un gadget de estas características encaminado, en gran medida, a la salud de los usuarios. Estos dispositivos incluyen varios sensómetros para aquellos que disfrutan con el deporte tales como pulsímetros o contador de pasos. No obstante, los fabricantes van a abrir en breve el software de estos dispositivos para que cualquiera pueda programar nuevas aplicaciones.

Así las cosas, 85.000 personas de 201 países han pasado por el recinto de la Fira de Barcelona en Gran Vía. El consejero delegado de la GSMA –entidad organizadora–, John Hoffman, afirmó que el evento «ha sido un éxito rotundo». A su juicio, «la continua expansión del evento» demuestra que el móvil es un dispositivo omnipresente en la vida cotidiana y que cada vez está más integrado en las actividades diarias.

El alcalde de Barcelona, Xavier Trias, por su parte, valoró muy positivamente el desarrollo del congreso. Con el trabajo que se está haciendo, dijo, «Barcelona podrá ser la sede del Congreso más allá del 2018», cuando acabe el acuerdo actual. Se calcula, según un estudio económico de una empresa independiente, que el Mobile World Congress ha aportado más de 356 millones de euros a la ciudad de Barcelona y 7.220 puestos de trabajo.