Cataluña

El sector soberanista de Unió se rebela para allanar el camino a Convergència

Defiende el «no» a la pregunta que la dirección trasladará el 14-J a la militancia y prefiere la hoja de ruta secesionista

Núria de Gispert junto al diputado democristiano Antoni Castellà tras la reunión con el sector independentista de Unió
Núria de Gispert junto al diputado democristiano Antoni Castellà tras la reunión con el sector independentista de Uniólarazon

Minoritario y con escaso protagonismo durante los últimos años, el sector soberanista de Unió Democràtica está convencido de que ha llegado su gran momento. El momento de darle un revolcón a la dirección que encabeza Josep Antoni Duran Lleida y de abrir una nueva era en el histórico partido catalanista. Los independentistas de Unió comenzaron ayer a gesticular para lanzar su campaña de cara al 14 de junio, fecha en que la militancia deberá decidir si avala el proceso soberanista «light» diseñado por el círculo de Duran o si bien tumba esta propuesta y se echa al monte con CDC y ERC.

En todo caso, los soberanistas aspiran a imponerse al sector moderado del partido y convertirse, en consecuencia, en un aliado sin matices de Convergència y de Esquerra para avanzar en el camino hacia la secesión. Ayer, en el Parlament, sus rostros más destacados escenificaron la batalla y anunciaron que harán campaña por el «No» en la votación del 14 de junio.

«La pregunta de la mayoría del comité de gobierno no es clara. El nuestro es un no para el sí a la independencia», subrayó Toni Castellà tras compartir un almuerzo con una veintena de dirigentes de Unió, entre los que se encontraban la presidenta del Parlament, Núria de Gispert.

En paralelo, el secretario general de Unió y hombre de la estrecha confianza de Duran, Ramon Espadaler, mantuvo una reunión con Artur Mas en su despacho en el Parlament. El dirigente de Unió explicó que la charla se había centrado en trasladarle a Mas la conveniencia de que «una parte importante del catalanismo» no quede excluido del proceso.

Por su parte, Duran abrió fuego contra todos aquellos que pretenden torpedear desde fuera el proceso interno de Unió, en alusión a los independentistas (de ERC y de Convergència) que atacan el planteamiento de la dirección de Unió.

«Ha comenzado lo que estaba previsto. Hasta el 14-J nos atacarán desde fuera por tierra, mar y aire», comenzó desde las redes sociales, principal vehículo de sus mensajes políticos en los últimos tiempos. «O estás a favor o estás en contra. No admiten matices», prosiguió. Horas después, dio continuidad a la embestida. «Hay quien desde fuera quiere decidir el futuro de Unió, gente que no ha tenido nunca simpatía alguna ni respeto por Unió. Ellos quieren decidir lo que debe ser Unió. Ellos son los buenos y nosotros los malos. Harto de escuchar que si no pensamos como ellos, si no somos independentistas y sin matices no somos patriotas. Basta», zanjó el líder socialcristiano.

Las injerencias

Si bien Mas está manteniendo una posición distante, sin dardos envenenados y sin violentar a ninguna de las partes, el presidente de ERC, Oriol Junqueras, sugirió que la hoja de ruta que plantea la dirección de Unió no encaja con la que ha acordado el partido republicano con CDC, la Asamblea Nacional Catalana, Òmnium Cultural y la Asociación de Municipios por la Independencia.

Pese a recalcar, en declaraciones a TV3, que no quería «intervenir en asuntos internos de otros partidos», Junqueras subrayó que «hay un amplio consenso social y mediático que dice que no hay encaje posible entre la pregunta que Unió Democràtica quiere llevar a un referendo interno y la hoja de ruta pactada entre ERC y Convergència» y esto «incluso lo dicen algunos miembros de Unió».

Lo que no está claro es qué peso pueden tener las embestidas externas. En realidad, la dirección de Unió está convencida de que tiene suficiente influencia para que su pregunta resulte victoriosa el 14 de junio y así poner un dique a los independentistas.

La pregunta de la discordia

¿Quiere que Unió se mantenga en el proceso con estos criterios?

1.Soberanía: no poner límites a las aspiraciones de soberanía de Catalunya. 2. Democracia. 3. Diálogo: gestionar el proceso desde el diálogo entre los gobiernos catalán y español. 4. Seguridad jurídica: excluir la declaración unilateral de independencia o un proceso constituyente al margen de la legalidad 5. Europa: descartar cualquier escenario que implique estar fuera de la UE. 6. Cohesión social: asegurar la cohesión social interna.