Ayuntamientos

Los vecinos del Turó Park se sublevan contra los carriles bici de Colau

Denuncian que el gobierno actúa sin consenso, improvisando y que el nuevo entramado causa colapsos y accidentes

Un coche entrando en el colegio Teresianas de la calle Ganduxer invade el carril bici, los vecinos invitan a Colau y a su equipo a subir la calle desde Diagonal a Bonanova
Un coche entrando en el colegio Teresianas de la calle Ganduxer invade el carril bici, los vecinos invitan a Colau y a su equipo a subir la calle desde Diagonal a Bonanovalarazon

Denuncian que el gobierno actúa sin consenso, improvisando y que el nuevo entramado causa colapsos y accidentes.

María Eugenia, 82 años bien llevados, se despertó ayer tarareando la banda sonora del musical de «Los Miserables». Dicen que cuando se sueña, el subconsciente analiza los conflictos que uno vive. A las 11.00 horas, tenía una cita que no quería perderse, un acto de protesta en Pau Casals, frente al Turó Park, por el entramado de carriles bici que Ada Colau está dibujando en su barrio en contra de la voluntad de muchos vecinos. De camino a la pequeña manifestación organizada por la asociación de comerciantes y vecinos del Turó Park, en su cabeza sonaba «Do you hear the people sing, –oyen al pueblo cantar, es la música de un pueblo que no será esclavo de nuevo (...)–». Se sentía como Jean Valjean, sólo que en vez de enfrentarse al inspector Javert, lo hacía a Ada Colau y a sus carriles bici. Y al llegar al lugar de la protesta, donde había cerca de un centenar de personas dispersas en corros compartiendo su indignación por la invasión de carriles bici, les soltó: «¿Qué hacéis parados? ¡Bajemos a la calzada a cortar la calle, a la Diagonal si hace falta, que Colau se entere de la chapuza que está haciendo!».

El presidente de la asociación de vecinos y comerciantes del Turó Park, Bartolomé Criado, la frenó. «Primero le trasladaremos nuestro enfado con estas firmas que estamos recogiendo y a través de la Prensa, ya habrá tiempo para otras acciones», dijo. «Sí, como cortar la Diagonal durante el Mobile World Congress», se animó un vecino. Su atrevida propuesta ilustra el grado de indignación de los comerciantes y vecinos de la zona del Turó Park, la Iglesia Gregorio Taumaturgo y la calle Ganduxer contra una infraestructura «innecesaria», «mal proyectada» y «hecha de espaldas al barrio», denuncian.

«Mi madre tropezó en la calle Ganduxer con uno de los topes de plástico para segregar el carril bici y se ha roto el hombro por cuatro lados», lamentaba Javier. «¡Pues yo tropecé en Gregorio Taumaturgo y me torcí el tobillo!», se sumaba Montserrat. «Y el otro día se llevaron en ambulancia a un motorista, también en Ganduxer», añadía Carlos.

A los vecinos no les gusta el carril bici que Colau construyó en verano en la avenida Pau Casals «sin consenso», porque «las bicicletas no lo utilizan, provoca más colapso, contaminación y los servicios de emergencias tienen dificultades para llegar con la rapidez que necesitan». Criado denuncia que perjudica al comercio, «porque se ha eliminado zona azul y con tanto tráfico es desagradable pasear por aquí». Tampoco entienden el carril segregado para bicis de Ganduxer de avenida Diagonal hasta la Bonanova porque «no lo sube ni Induráin». «Invitamos a la alcaldesa a ver el desastre que ha provocado», desafió Criado.

No comprenden la duplicación de carriles en Doctor Fleming ni por qué se está pintando un carril bici de doble dirección en Borí Fontestà, donde desaparecerán carriles para los coches, si es una vía pacificada de zona 30 en la que las bicicletas pueden circular seguras. Pero el galimatías de carriles bici y semáforos nuevos no sincronizados de Gregorio Taumaturgo es el que más críticas recoge, junto a la tala de árboles para construir todo este entramado de carriles bici. Desde que empezaron las obras, se han caído ya siete árboles entre las calles de Ganduxer, Borí Fontestà y la plaza Gregorio Taumaturgo. Criado denuncia que los plataneros tienen las raíces muy superficiales y están taladrando sin protegerlos. Pasa que el árbol se tuerce porque se queda sin agarre, como ocurrió hace una semana frente al Turó Park. «Esto no es propio de un gobierno ecologista», denuncia.

El grupo municipal del PDeCAT, a través de su concejal Jordi Martí, avanzó que en la comisión de Movilidad se aprobó una proposición que obliga al gobierno municipal a frenar los nuevos carriles bici que no cuenten con el consenso de los vecinos.