Barcelona

Mas defiende que los empresarios que cuestionan la consulta no son mayoría

La Razón
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Un día después de recibir sendas advertencias de lobbies empresariales sobre las dudas que generan el proceso soberanista, Artur Mas tuvo que enfrentarse ayer a la reacción de los partidos contrarios a la consulta rearmados con los argumentos del Círculo de Economía, la sesentena de empresarios alemanes que firmaron la Declaración de Barcelona y el presidente de la CEOE, Juan Rosell.

Ni el PP ni Ciutadans dejaron escapar la sesión de control para reprochar a Mas que la «aventura» soberanista en la que se ha embarcado es un «error». Y para muestra recuperaron las críticas que un día antes lanzaron los empresarios: A Juan Rosell alertando de que «la independencia sería un destrozo importante de las relaciones humanas y económicas en Cataluña y España»; a los firmantes de la declaración de Barcelona diciendo que «el fervor soberanista ha traído sufrimiento a Europa y no traerá nada bueno para Cataluña», y voces del Círculo de Economía que temen que el proceso acabe en frustración.

Mas expresó su respeto hacia todas las opiniones, pero alegó que no dará más importancia a los que están mejor posicionados. Un argumento que le sirvió para recuperar la manida tesis de que «millones de catalanes quieren votar y muchos quieren que Cataluña tenga un estado propio».

Mas coincidió con ERC en que la falta de diálogo con el Gobierno de Mariano Rajoy genera dudas e incertidumbre. Y no perdió la ocasión para reprochar al PP que no puede decir «no, no, y no, una vez, diez, cien y mil sin ofrecer a cambio una alternativa».

Tal y como comentó en la reunión con el Círculo de Economía, está dispuesto a valorar una contraoferta a su plan. El problema es que la propuesta no llega. Rajoy no para de repetirlo, que está dispuesto a hablar de todo excepto del proceso soberanista.

En lo que sí coincide Mas con los empresarios que censuran la consulta es en que hay que «prestar atención» a las consecuencias económicas del proceso soberanista. Aunque el president rebatió con datos a los «agoreros» que en 2013 pronosticaban el declive de una Cataluña arrastrada por el frenesí independentista. Recordó que el año pasado, Cataluña lideró el turismo y las exportaciones, captó más inversión extranjera que ninguna otra región y creó ocupación. Y añadió que en lo que va de 2014, empresas alemanas han anunciado inversiones por valor de 131millones de euros.