Consejo de Ministros

Mas no asume el rechazo empresarial a la consulta y pide a los directivos que «estén»

Mas, ayer, de camino al Saló Daurat del Palau de la Generalitat, donde cada martes se reúne el Govern
Mas, ayer, de camino al Saló Daurat del Palau de la Generalitat, donde cada martes se reúne el Governlarazon

El rechazo frontal de los grandes empresarios al proyecto independentista de Artur Mas no está sirviendo, por el momento, para disuadir al presidente de la Generalitat. Al contrario. Ajeno a estas presiones, Mas prepara dos nuevos golpes de efecto para demostrar que no va a levantar el pie del acelerador en su viaje hacia Ítaca. Hoy volverá a reunir al denominado Pacto Nacional por el Derecho a Decidir y mañana presentará a las bases de la futura Hacienda propia de Cataluña, la «estructura de estado» estrella que pretende crear esta Legislatura.

El Govern ordenó al Consejo Asesor para la Transición Nacional elaborar un informe sobre la futura Agencia Tributaria de Cataluña (ATC) y concluyó que serán necesarios al menos 400 millones de euros para mantener esta «estructura de estado», ya que habrá que contratar a unos 2.000 empleados más, siempre y cuando se aprovechen los 5.000 profesionales que, actualmente, trabajan en el sistema tributario en Cataluña. De entrada, la Generalitat ya ha presupuestado 3 millones de euros este año para dar los primeros pasos para crear la Hacienda propia, cuya estructura se edifica sobre las diputaciones provinciales.

En todo este proceso Mas desearía contar el apoyo del mundo económico, de momento muy reacio con el proyecto del líder soberanista. Ayer, en un encuentro con empresarios organizado por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD), aseguró que no pide a los directivos que se pronuncien a favor de la independencia, sino que «basta con que estén». Es decir, que lo que desea el presidente de la Generalitat es que el sector empresarial dé respaldo a su proyecto de consulta de autodeterminación sin explicitar si son partidarios de la independencia. Según Mas, se ha «desvirtuado» el mensaje que lanzó la pasada semana y que la gran mayoría interpretó como una llamada al mundo económico a implicarse en el proceso soberanista. En este mismo foro, Mas pidió a los empresarios que no lancen apelaciones genéricas al diálogo entre Gobierno y Generalitat. «Reclamar diálogo y nada más no es suficiente», dijo el presidente catalán, dando a entender que deberían pedir negociaciones para concretar la consulta.

Durante el coloquio, Mas fue interrogado por su intención de presentarse a las próximas elecciones autonómicas, que, con toda probabilidad serán una suerte de plebiscito sobre la consulta. El presidente de la Generalitat evitó confirmar si piensa concurrir una quinta vez, aunque en Convergència se da por hecho que será así, ya que consideró que lo prioritario es realizar la consulta soberanista el próximo 9 de noviembre.

«Si no hay consulta antes, las elecciones serán muy diferentes de las que ha habido hasta ahora, porque, como el pueblo de Cataluña no habrá podido decidir su futuro, será inevitable que se conviertan en unas elecciones tipo consulta», afirmó.

En la presentación del acto, el abogado Emili Cuatrecasas se mostró sus reservas respecto a la implicación empresarial en el proceso soberanista y también cuestionó que los catalanes puedan votar sobre el estado catalán sin antes saber en qué consiste exactamente ese estado.