Nicaragua

Blasco achaca a los funcionarios el no haber sido advertido de irregularidades

Blasco declara ante Tauroni, que ayer fue informado de que su prisión provisional se alarga dos años más
Blasco declara ante Tauroni, que ayer fue informado de que su prisión provisional se alarga dos años máslarazon

El exconseller de Solidaridad, Rafael Blasco, prestó ayer declaración en la conocida como causa Cooperación que se sigue en el Tribunal Superior de Justicia de Valencia.

El principal imputado explicó que él nunca sospechó de las anomalías en los expedientes de ayudas al desarrollo, concretamente la pieza sobre las ayudas a la Fundación Cyes para el desarrollo de proyectos en Nicaragua, «porque ningún miembro de la Conselleria me advirtió nunca de irregularidades».

A las incisivas preguntas del fiscal, Vicente Torres, Blasco explicó que él nunca presionó a la Comisión Técnica de Evaluación de su Conselleria para que entregara el acta por la que se le concedía la subvención para dos proyectos a la Fundación Cyes (nada que ver con la constructora), lo que sí hizo es pedirles que la entregaran en tiempo y forma, y que el plazo acababa ese mismo día, 31 de julio de 2008.

Sí que supo de las discrepancias de una funcionaria sobre la experiencia de Cyes, pero en una conversación informal, fuera de la Comisión de Evaluación «a la que yo no pertenecía» y que luego no se reflejó en dicha acta.

Del mismo modo, aseguró que nunca tuvo conocimiento «hasta que estalló el escándalo» de que Cyes no era una organización no gubernamental de desarrollo, ni de que existía el informe de una «becaria» que advertía que en Nicaragua «no había nada».

Blasco dio por buenas unas fotos de un pozo y de unas canalizaciones que le envió el presidente de Cyes, Marcial López, al que éste requirió para preparar una comparecencia que tenía al día siguiente en Les Corts, y afirmó que «habrá más fotos» de un proyecto al que se destinaron 1.800.000 euros y de los que sólo llegaron, según el escrito de acusación del fiscal, 43.000.

También dijo que no investigó la presunta compra de inmuebles en Valencia con ese dinero «porque no me lo podía creer».

Blasco negó ser amigo de Tauroni, al que dijo conocer «hace trece o catorce años porque somos de Alzira, y que antes del «escándalo» habría visto en una o dos ocasiones.

Blasco no quiso contestar a las preguntas de la acusación representada por la Abogacía de la Generalitat habida cuenta de la petición de expulsión de la misma realizada por todas las defensas.

El exconseller se mostró firme y llegó incluso a dirigir el interrogatorio en algunos instantes, por lo que fue reconvenido por la presidenta.