Alicante

El rechazo a Castor pone de acuerdo a Les Corts tras una tensa sesión de control

Fabra incide en la mejora económica «acusado» de actuar de delegado del Gobierno

Les Corts comenzaron el pleno con un minuto de silencio para rechazar la violencia de género
Les Corts comenzaron el pleno con un minuto de silencio para rechazar la violencia de génerolarazon

VALENCIA- En un Parlamento en el que los pactos más obvios no se cierran por las excusas más inverosímiles, podía haber ocurrido que tampoco lograsen pactar sobre la manera de solicitar la paralización del proyecto Castor para garantizar la seguridad de la población de Vinaròs y alrededores, pero no fue así.

El rechazo al almacén subterráneo de gas situado frente a las costas de Vinaròs unió a las cuatro formaciones políticas que conforman Les Corts. Fueron los populares los que cedieron y aceptaron endurecer la redacción inicial de su Proposición No de Ley, que apuntaba que el cierre definitivo de la planta continuase «mientras no se garantice la seguridad ciudadana». La cambió por las enmiendas de Compromís y EU que pedían la «paralización definitiva y el cese inmediato» del almacén. Es más, acordaron exigir responsabilidades tanto a la empresa como a los que dieron los permisos si se demuestra que se produjeron negligencias.

El contraste con la tensa sesión de control al presidente se hizo todavía más palpable. La llegada de Rafael Rubio a la portavocía del grupo socialista ha subido inevitablemente el tono de las intervenciones.

Tras los diez minutos de calentamiento que supone la pregunta del síndic popular, Jorge Bellver, quien le pidió una valoración del acuerdo sobre el trasvase Tajo- Segura, Rubio puso todo su empeño en tirar por tierra el acto del acuerdo con la sociedad civil valenciana propiciado el pasado jueves por la Generalitat.

La acusó de haber presentado un texto repleto de obviedades, de no haber aceptado la propuesta enviada por los socialistas y, además, quiso dejar en evidencia el poco eco social conseguido diciendo que su retrasmisión tan solo tuvo un 0,4 por ciento de cuota de pantalla, «no lo vieron ni los jubilados del PP». Para rematar, le instó a dejar la Presidencia por actuar como un «delegado del Gobierno». Una calificación que también utilizó el portavoz de Compromís, Enric Morera, que criticó la Ley de la Administración Local.

Fabra contestó al primero que su insistencia con el acto le hace pensar que le «sentó muy mal» y lamentó que no sean capaces de aceptar estas «obviedades». Lamentó que prefieran «aferrarse» a la situación de crisis, cuando precisamente ayer se conocía que el 30 por ciento del paro que se ha reducido en España se ha hecho en la Comunitat.

Por su parte, la portavoz de EU, Marga Sanz, preguntó sobre si el Consell acatará la sentencia del juicio por el ERE de RTVV y acusó al PP de haber provocado con su gestión el despido de más de mil trabajadores. Fabra le respondió que acatarán la sentencia y le acusó de no sentir tanta solidaridad con las víctimas de ETA porque su partido pidió abolir la doctrina Parot.

«El PP huye de pancartas y plataformas»

La oposición critica al presidente por su falta de vehemencia en sus reivindicaciones. Fabra no niega que sea así, pero está empeñado en defender su manera de «pedir» al Gobierno de Rajoy. «El PP trabaja huyendo de plataformas, de manifestaciones y pancartas, y con trabajo de despacho». El jefe del Consell enumeró sus victorias. A saber, el Corredor Mediterráneo, la reforma de la Ley de Costas y la más reciente, el acuerdo para que el trasvase Tajo- Segura tenga rango de ley. Fabra hizo hincapié en este último y afirmó que se trata de un acuerdo «histórico que genera tranquilidad, esperanza y, sobre todo, garantías de futuro para la provincia de Alicante.