Autonomías

Fabra centra sus críticas en Compromís para acentuar sus incongruencias

La Razón
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Desmontar Compromís. Este fue el propósito que parece que se marcó el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, para la primera sesión de control de este curso político. A toda la oposición dedicó los mismos reproches de siempre, «quieren poner en negativo a la Comunitat Valenciana para intentar llegar al poder», les increpó a cuenta de su rechazo a formar parte del pacto por la sociedad civil.

Sin embargo, para el grupo de Enric Morera preparó varias denuncias con las que quiso apoyar aquello de que hay que predicar con el ejemplo. Denunció que en el Ayuntamiento de Burjassot, donde gobierna Compromís apoyado por el PSPV y EU, tiene un índice de endeudamiento del 124,39 por ciento, ha ejecutado un recorte del 40 por ciento en becas escolares y reducido el presupuesto para la conservación de los ocho colegios que hay en el municipio a 19.300 euros. Además, aseguró que este «tripartito» tiene más asesores que funcionarios en servicios sociales.

Completó el discurso aludiendo a que el Tribunal de Cuentas constata que en 2008 Compromís recibió 454.000 euros de subvención de Les Cortes que no constan en la contabilidad.

Compromís no respondió directamente a estas acusaciones, aunque la diputada Mònica Oltra preguntó al presidente cómo puede garantizar a los valencianos que devolverá el dinero que ha estafado el PP mediante la trama Gürtel.

Por lo demás, el otro elemento de atención se centró en el estreno del diputado socialista, Rafael Rubio, como portavoz en funciones. Preguntó al presidente sobre los Presupuestos Generales del Estado para 2014 insistiendo en que la Comunitat Valenciana vuelve a salir perjudicada.

Fabra admitió que le gustaría que fuesen más cuantiosos, pero se defendió tirando de manual y recordando que son los que son porque el Gobierno de Zapatero dejó al país en quiebra.

Obviamente a Rubio no le pilló por sorpresa la respuesta. Le acusó de ser un «lastre» para la Comunitat, de «no pintar nada en Madrid» y hasta de ser un líder débil, «los que luego le aplauden en realidad le echarían mañana».

Por su parte, la síndica de EU, Marga Sanz, acabó hablando más del pacto que se escenificó ayer en el Veles e Vents que de la pregunta presentada. Le acusó de haber cambiado el acuerdo de expertos sobre financiación por un «panfleto infumable». El diputado de EU Lluís Torró le acusó de no haberse preocupado de buscar el consenso.