Transporte

Atocha, la última «víctima» del carril bici de Carmena

El Ayuntamiento comenzará en otoño las obras dejar sólo un carril por sentido para los vehículos, que no podrá superar los 30 km/hora. Los trabajos costarán siete millones de euros y durarán año y medio.

Un ciclista remonta la calle Carretas, que será peatonalizada por el Ayuntamiento este otoño
Un ciclista remonta la calle Carretas, que será peatonalizada por el Ayuntamiento este otoñolarazon

El Ayuntamiento comenzará en otoño las obras dejar sólo un carril por sentido para los vehículos, que no podrá superar los 30 km/hora. Los trabajos costarán siete millones de euros y durarán año y medio.

La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Madrid aprobó ayer la remodelación de las calles Atocha y Carretas. En la primera, entre la plaza de Carlos V y Antón Martín, se ampliarán sus aceras, limitando la circulación del vehículo privado a un carril por sentido y se construirá un carril bici. La segunda se peatonalizará completamente.

Estas dos actuaciones sobre el urbanismo se enmarcan dentro de la política del consistorio, dirigido por Manuela Carmena, de «restaurar el orden de prioridades en la ciudad: peatón, bici, transporte público, taxi, moto y automóvil particular», según explicaban en su programa electoral y que el PP ya ha calificado como la «coche fobia» de Ahora Madrid. Y es que, desde que llegó al Palacio de Cibeles, hace ahora dos años, Carmena declaró la guerra a los vehículos privados. A sus restricciones por la contaminación se ha unido la eliminación de carriles de tráfico rodado en las calles como Galileo (por el momento es provisional), Toledo, Alberto Aguilera, Sagasta, Santa Engracia o Vallehermoso, provocando enormes atascos y las quejas de residentes, comerciantes y transportistas. Una lista de vías a la que se unirá Alcalá: entre Ventas y Ciudad Líneal dejará un carril por sentido para el tráfico rodado y se construirá un carril para bicicletas, y, a partir del otoño que viene, según la información proporcionada ayer por el Ayuntamiento, se incorporará Atocha.

Esta calle es una de las principales vías de acceso al Madrid de los Austrias y los barrios de Letras y Embajadores y una de las vías con más actividad comercial, y por tanto de carga y descarga, de la ciudad. El plan del Ayuntamiento busca «recuperar este eje ordenando el espacio disponible para satisfacer de la mejor manera todas las actividades que en ella se desarrollan» y es que la calle «constituye un corredor comercial y cultural». Para cumplir este objetivo, el consistorio apuesta por potenciar el papel de la calle como «eje de conexión entre dos piezas claves de la ciudad: el eje cultural Recoletos-Prado y la Plaza Mayor».

Para ello, el Gobierno de Carmena dedicará algo menos de siete millones de euros y año y medio de obras para ampliar las aceras, incorporar un carril para taxis y autobuses, construir un carril bici segregado y facilitar aparcamientos de bicicletas. Todo ello destinado a «la recuperación de espacios para el peatón, mediante el ensanchamiento de las aceras», subraya el Ayuntamiento. Así, los trabajos que comenzarán tras el verano contemplan «la renovación de las aceras y de las calzadas, la reordenación de los aparcamientos y la renovación y redistribución del mobiliario urbano».

Cuatro tramos

El plan del Ayuntamiento para lavar la cara a la circulación de la calle Atocha se traduce en una actuación dividida en cuatro partes que dejarán sólo un carril de subida y otro de bajada para el tráfico privado. El primer tramo es el comprendido entre el nacimiento de la calle, en la glorieta de Carlos V, y el cruce con la calle Cenicero. En estos sesenta metros convivirán dos ciclo carriles –que son usados indistintamente por coches que deben circular a 30 kilómetros por hora y bicicletas– de bajada con un carril de subida para taxis, autobuses y bicicletas y otro ciclocarril, en este caso ascendente.

El segundo tramo de la actuación llega hasta el cruce de Atocha con la calle de los Fúcar. En esta parte se instalará un espacio segregado sólo para bicicletas, situado entre la vía de subida y el carril de uso exclusivo de taxis y autobuses. Los 200 metros que ocupará el carril segregado coinciden con el desnivel más pronunciado de la calle. Así, se busca que la ralentización de la velocidad con la que circulan las bicicletas no afecte negativamente al tráfico. En este segundo trecho de la calle, solo habrá un ciclocarril de bajada.

Superada la cuesta, comienza el tercer tramo, que con aproximadamente 300 metros es el más largo. En este trecho, que llega hasta la Iglesia del Salvador y San Nicolás, el carril bici segregado desaparece. El resultado final es que, en sentido Antón Martín, habrá dos vías de circulación: un ciclocarril y un espacio para la circulación de taxis y autobuses. En sentido bajada se mantiene un único ciclocarril.

La cuarta y última parte de la remodelación es la más corta. Entre Antón Martín y Jacinto Benavente la velocidad del ciclocarril se reduce hasta los 20 kilómetros por hora y se mantiene el espacio para la circulación exclusiva de transporte público.

Los carriles bici segregados por los que apuesta el Ayuntamiento buscan que las diferentes velocidades a las que se desplazan bicicletas y transportes motorizados no afecten a la fluidez del tráfico. Sin embargo, los colectivos ciclistas de la capital no se muestran favorables a esta medida. Argumentan que apostar por vías separadas para ciclistas no suponen un cambio sustancial del modelo de movilidad por el que apuesta el Ayuntamiento y que son inseguros. Algo que parece corroborar el atropello mortal que se produjo hace tres días en el cruce de la calle Alcalá con Marqués de Cubas. En esta intersección un hombre de 58 años, que pedaleaba en un biciclo del servicio BiciMAD fue atropellado por un camión que no se percató de su presencia debido a la poca visibilidad. Este accidente no es el único en el que se han visto envueltos ciclistas. En 2016 el número de accidentes de tráfico con bicicletas implicadas alcanzó un pico de 761 incidentes y en lo que llevamos de año ya se han registrado más de dos centenas de siniestros de este tipo.