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Carmena suspende en seguridad vial

Madrid registra en los diez primeros meses más muertos por accidente que en todo 2017. Incumple los objetivos del Plan de Seguridad Vial 2012-2020

Accidente de coche en el paseo de Santa María de la Cabeza
Accidente de coche en el paseo de Santa María de la Cabezalarazon

Madrid registra en los diez primeros meses más muertos por accidente que en todo 2017. Incumple los objetivos del Plan de Seguridad Vial 2012-2020

Madrid no mejora en seguridad vial. De enero a octubre de este año, ya han muerto más personas que todo el año pasado y 2018 podría cerrar la estadística como uno de los años más negros para el tráfico rodado, según constatan los últimos datos municipales disponibles. Así, hasta octubre, se han producido 11.990 accidentes en los que han muerto 29 personas y 11.053 han resultado heridas, cuando 2017 acabó con 27 fallecidos en total.

Los datos dejan a Madrid fuera de los objetivo a cumplir fijados en el Plan de Seguridad Vial 2012-2020, que preveía concluir este año con 17 muertos, cuando la previsión es que casi se duplique esta cifra y colocan a la capital casi con el mismo número de víctimas que cuando se inició el plan. El Delegado del Área de Gobierno de Salud, Seguridad y Emergencias, Javier Barbero, ayer omitió estos datos en la conferencia internacional «¿De la visión cero al objetivo cero? Liderazgo en la mejora de la seguridad vial», que organizó la Fundación Mapfre en el Congreso de los Diputados y que reunió a expertos de seguridad vial de España y de otras ciudades del mundo. Se centró en los datos de 2017, que sí habían supuesto una reducción en la accidentalidad con respecto a 2016. Ofreció información sobre las campañas de seguridad vial que se han lanzado y que «han pasado de las 16 del año pasado a las 38 de este año», y de otras iniciativas municipales que parecen no haber calado para poner freno al repunte de la siniestralidad. Barbero, sin embargo, se mostró confiado en que Madrid central, una iniciativa enfocada a la mejora de la calidad del aire, repercuta en el tráfico porque «estamos convencidos de que las mejoras en la salud acaban siendo mejoras en la seguridad vial», dijo en la jornada.

Los últimos datos municipales disponibles ponen al descubierto otro hecho desesperanzador: que la mitad de los fallecidos en los siniestros registrados se deben a atropellos. Y otro detalle importante: nueve de los 14 fallecidos tenían más de 60 años, una circunstancia que no es particular de Madrid, sino que ocurre en toda España, según reconoció ayer el director general de Tráfico, Pere Navarro. «En envejecimiento de la población es un factor que vamos a tener que tener en cuenta en las nuevas políticas de movilidad que se diseñen, va a condicionar el transporte público y los desplazamientos a pie. Hay que repensar algunas partes de la política de seguridad vial teniendo en cuenta que, en ciudad, el 54% de los fallecidos tiene más de 65 años», dijo a LA RAZÓN.

Jesús Monclús, director del Área de Prevención y Seguridad Vial de la Fundación Mapfre, también es consciente de que el envejecimiento de la población podría augurar un aumento de lesiones. Por eso se mostró partidario de aplicar en Madrid medidas que ya se llevan a cabo en Barcelona, donde los servicios sociales ofrecen consejos preventivos a los mayores para circular como peatones.

Monclús se mostró partidario de «investigar todos los accidentes para conocer la causa exacta y poder adoptar medidas». Sobre todo teniendo en cuenta que nos enfrentamos a nuevos patrones de movilidad. «Ahora estamos viendo que el abogado de bufete se deja el coche en casa y coge la moto, que no está tan acostumbrado a conducir, con lo que pasa de estar más protegido y pasa a convertirse en un conductor más vulnerable sobre dos ruedas. Hay que dar más formación a este tipo de motoristas y conseguir que se lleven elementos de alta visibilidad», dice Monclús.

Del mismo modo, cree que la tecnología se debe poner al servicio de la seguridad vial. «En el futuro se deberían desarrollar Apps que permitan conocer qué uso se está haciendo del alquiler de las motos eléctricas o cualquier tipo de vehículo. Tenemos que aplicar la tecnología en todos los sentidos, no sólo para garantizar los servicios, sino para alertar al usuario, por ejemplo, de que se están superando los límites de velocidad de tal manera que se haga una labor pedagógica».

Otros expertos en seguridad vial, como Ramón Ledesma, asesor de Pons Seguridad Vial, mostraron ayer su desacuerdo con la política de seguridad vial que está aplicando el Ayuntamiento madrileño que «ha puesto en prioridad 1 la calidad del aire y la recuperación del espacio público en el centro, mientras que la seguridad vial no aparece ni como prioridad última».

En su opinión, «la movilidad “sostenible” en el ámbito de la seguridad vial no se entendió ya que, en el ámbito municipal, la seguridad vial se llama vigilancia y control del tráfico, fiscalización y la diferencia entre matarse y no matarse en una ciudad es que exista una buen sistema de fiscalización del tráfico».

En su opinión, «en Madrid ha fallado prácticamente todo el sistema: liderazgo político, ordenación institucional (todo queda en manos de la Policía), la elaboración de una estrategia, la fijación de unos objetivos, unas líneas estratégicas, la creación de un Centro de tramitación administrativa, la estadística, el equipamiento tecnológico,....».

El experto asegura que «el control de la velocidad es prioritario y en ciudad, el 85% de los fallecidos son vulnerables (aquellos que no van en automóvil) por lo que la única manera de protegerlos es que la velocidad de la masa circulatoria se controle. Con velocidades bajas determinados impactos se evitan y, los que se producen, son menos lesivos». Mientras, la Policía achaca el aumento de muertos en las vías madrileñas a la reducción de efectivos. A lo que hay que sumar que la aparición de nuevos vehículos de movilidad «pueden aumentar el número de atropellos», explica Jesús Pedro García, delegado de Csif en la Policía Municipal. Además, «falta un estudio pormenorizado en el diseño de la distribución del aparcamiento. Muchas veces se permiten puntos de carga y descarga cerca de un paso de peatones y eso impide la visibilidad», añade.