Ministerio del Interior

Detenido el «yihadista» que quemaba contenedores

El afgano, de 52 años, ha sido arrestado / Foto: Interior
El afgano, de 52 años, ha sido arrestado / Foto: Interiorlarazon

«Era un verdadero peligro social». Uno de los agentes que han participado en la operación policial describía así al último detenido por el grupo especializado en terrorismo yihadista de la Brigada Provincial de Información de Madrid.

Es un afgano de 52 años que se dedicaba a hacer pintadas en el estaciones de Metro y Renfe de enaltecimiento del terrorismo. A veces sólo escribía Daesh o Al Qaeda, incluso en letras árabes. Malvivía en distintos albergues municipales y a compañeros de éstos les había proferido amenazas y había hablado de su intención de atentar, según fuentes policiales. Tiene antecedentes por abuso sexual y malos tratos, motivo por el que entró en prisión en 2013, un año después de llegar a España. Pero lo que más alarma social creaba era su faceta de pirómano. El hombre está acusado de provocar más de una veintena de incendios a contenedores de papel y cartón.

Su modus operandi era bastante sencillo. Se acercaba al lugar con una bola blanca de celulosa impregnada en líquido inflamable y la lanzaba al mismo tras prender fuego con un mechero. Las llamas se propagaban con gran facilidad provocando muchas veces que se vieran afectados vehículos de particulares que hubieran tenido la mala suerte de aparcar al lado del contender elegido pro este hombre.

Según informa la Jefatura Superior de Policía de Madrid, la investigación se inició a finales de marzo cuando comenzaron a producirse varios incendios en contenedores de residuos urbanos en Chamartín. Cuando los agentes del distrito identificaron al presunto autor, comprobaron que el sujeto estaba siendo investigado por agentes de Información como el presunto responsable de unas pintadas en el transporte público madrileño. Unidas las dos investigaciones se elaboró un dispositivo que permitió la detención del presunto autor. Tras pasar a disposición judicial, se decretó su ingreso en prisión.

El afgano cumplía siete de los ocho parámetros que determinan cuándo un sospechoso de colaborar con el yihadismo es peligroso. Este protocolo incluye a personal sanitario, asistentes sociales y otros organismos a demás de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Cuando un individuo cumple estos «requisitos» debe ser informada la Policía de inmediato para proceder a su detención. El único punto que no cumplía era que no se habían detectado contactos con miembros de organizaciones terroristas.