Madrid

El colectivo «antifa» madrileño conmemora «1 año sin Alfon libre»

Manifestacion «1 año sin Alfon libre», en Vallecas
Manifestacion «1 año sin Alfon libre», en Vallecaslarazon

Ya ha pasado un año desde que Alfonso Fernández Ortega, conocido como "Alfon", se atrincherara en la iglesa de San Carlos Borromeo, la "iglesia roja"de Entrevías. El Supremo había confirmado la sentencia dictada por la Audiencia Provincial de Madrid y el condenado a cuatro años de prisión por llevar material explosivo en la huelga general de 2012, debía ingresar en prisión ese mismo día. Él fue quien comunicó que se encontraba en la iglesia de Entrevías rodeado de familiares, amigos, y "camaradas"y quería que la Policía fuera allí a detenerle.

Así, montaron un show en el que los simpatizantes del movimiento antifascista se cubrieron con un mono blanco y caretas de "V de Vendetta"y le arroparon antes de que se lo llevaran dirección Soto del Real. Ayer, los simpatizantes del movimiento pro Alfon procesionaron hasta esta iglesia, símbolo antifascista, ataviados con los mismos trajes y caretas de hace un año para rememorar la efeméride. Ya en la parroquia, desplegaron un cartel de grande dimensiones que ponía "Alfon Libre. 1 año secuestrado por el Estado"y en la azotea encendieron alguna bengala.

Tanto a lo largo del procedimiento judicial como especialmente hace un año, Alfon se ha sentido siempre un héroe de la lucha obrera y en eso le han querido convertir no sólo sus compañeros "antifas"y "bukaneros", sino también políticos madrileños y nacionales de Podemos e Izquierda Unida, que han reclamado en multitud de ocasiones su salida de prisión y le han apoyado incluso llevando su camiseta.

Precisamente ayer la Audiencia Nacional confirmó la salida de Mario Conde de la misma prisión. Coincidencia que no pasaron por alto los antifascistas madrileños, que reprocharon que el banquero saliera de la cárcel mientras que "Alfon"permanezaca en prisión por un "montaje policial". Y es que lo que sostienen sus "camaradas"así como los políticos que le apoyan es que la Policía colocó en el lugar de la detención del joven una mochila con explosivos que de forma torticera atribuyeron posteriormente al joven. Una rocambolesca historia que sostienen políticos que están en las instituciones.

Ahora, el preso ha mejorado su situación de privación de libertad, ya que ingresó en régimen 3 de FIES (Fichero Interno de Especial Seguimiento), que se suele aplicar a terroristas. El mes pasado, el día 24, salió de este fichero especial. Esto supondría que la libertad del «héroe antifascista» estaría mucho más cerca ya que, al pasar a presos comunes, si acepta el delito, en un año podría estar disfrutando de permisos penitenciarios o pasar a tercer grado, según fuentes de Instituiciones Penitenciarias.

La Sección Quinta del organismo judicial explica que la categoría 3 de FIES «está reservada a integrantes de bandas armadas o grupos terroristas. El penado lo es por tenencia de explosivos. Ciertamente ese delito puede cometerse en concurso con el de pertenencia a grupo terrorista o banda armada, pero no es el caso», reza el auto. Para el tribunal, que pertenezca al colectivo «bukaneros», en cuyo local aparecieron rascadores de cerillas similares a los usados en artefactos explosivos y elementos pirotécnicos (bengalas, cohetes, petardos), «ni siquiera consta que sea algo más que la sección más radical de una peña deportiva del Rayo Vallecano». Así, la Sala estima el recurso de «Alfon» contra la decisión del Juzgado de Vigilancia Penitenciaria número 4. El régimen FIES se creó en los años 90 por Instituciones Penitenciarias para realizar un seguimiento más estricto sobre determinados presos conflictivos. Es un régimen más restrictivo que el resto de presos, ya que se encuentran en un módulo aparte y, según el nivel, tienen restringidas las horas que pueden pasar fuera de su celda, las comunicaciones (una llamada y una carta a la semana), los estudios o el tipo de trabajo que pueden desarrollar en prisión. Esta es la segunda “buena noticia” que ha tenido “Alfon” desde que el Tribunal Supremo confirmara la condena de la Audiencia Provincial de Madrid, que le condenaba a cuatro años de prisión por tenencia de explosivos en la huelga general de 2012.