Desahucio

La puerta de seguridad «protege» a Hogar Social del desalojo

La Policía paralizó la expulsión por no generar desórdenes tras el intento de un cerrajero de abrir.

La puerta de seguridad «protege» a Hogar Social del desalojo
La puerta de seguridad «protege» a Hogar Social del desalojolarazon

La Policía paralizó la expulsión por no generar desórdenes tras el intento de un cerrajero de abrir.

- La Policía paralizó ayer el desalojo del edificio que ocupa el colectivo neonazi Hogar Social Madrid en el centro de la capital al no poder abrir un cerrajero la puerta, que es de seguridad reforzada porque el edifico era de un banco, y descartar la entrada por la fuerza para no generar desórdenes.

El Juzgado de Instrucción 34 de Madrid había ordenado para primera hora de la mañana de ayer el desalojo de los miembros de Hogar Social Madrid del palacete de la plaza Margaret Thatcher, junto a la de Colón, que ocupan desde abril de 2017 y que ya fue suspendido en febrero al negarse los ocupantes a irse. Se trata de un edificio propiedad de la Banca Privada de Andorra, ahora intervenida, en el que estaba la sede del Banco de Madrid, y ante cuya puerta han colocado una alfombra roja con el lema «Nunca pierden los que nunca se rinden».

El colectivo neonazi había convocado a la ciudadanía a apoyarles a partir de las ocho y media de la mañana y un pequeño grupo de personas se acercaron a la puerta, hasta que a las nueve y media llegó la comisión judicial y varias furgonetas de la Unidad de Intervención Policial (UIP o antidisturbios) de la Policía Nacional. En ese momento, una docena de integrantes de Hogar Social Madrid se subieron a la azotea ataviados con monos azules y caretas semejantes a las del grupo de hackers Anonymous y desplegaron dos grandes pancartas con la leyenda: «Culpables de asaltar una banca corrupta para dar un hogar a españoles sin casa #defiendetuhogar». También han lanzado botes de humo azul.

La comisión judicial comunicó la orden de desalojo a los ocupantes, que se negaron a salir, por lo que la propiedad y la Policía consensuaron llamar a un cerrajero, que llegó al lugar a las once y no pudo abrir la puerta porque es de seguridad reforzada. Entonces la Policía descartó la entrada a la fuerza, aunque tenía potestad para ello en virtud de la orden judicial, para evitar incidentes, según ha explicaron a Efe fuentes policiales y corroboró el abogado de Hogar Social Madrid. Una vez decidida la suspensión del desalojo la Policía se retiró y una veintena de personas ataviadas con monos y caretas salió del edificio y formó un pasillo para que salieran por él varios de los ciudadanos que duermen y comen en él –unas 80 personas de 20 familias diferentes–, entre aplausos.

La portavoz del colectivo, Melisa, se mostró satisfecha por haber conseguido aplazar por ahora el desalojo, aunque sea «unos días», ya que suponen que se practicará otro día de madrugada, y recordó que ellos solo ocupan edificios de bancos y administraciones «que practican la usura» con los españoles. «Las administraciones españolas no ayudan a los españoles pero sí a los refugiados que acaban de llegar», aseguró.

Uno de los ciudadanos que pasó por el pasillo del edificio okupado, Andrés, explicó que él tuvo que vivir en la calle y robar, ya que le echaban de los albergues cuando pasaban determinados días, hasta que Hogar Social Madrid le dio cobijo y comida.

El letrado del colectivo, Ignacio Menéndez, aseveró a la Prensa que «se ha hecho una excepción total por parte del servicio de notificación y embargos, que ha paralizado durante dos horas su actividad, cosa que nunca hace». Menéndez consideró «irregular» el desalojo porque el juez no resolvió antes un recurso de nulidad presentado por él.