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La revolución de las viñas

En el último año se han multiplicado por nueve las bodegas de la D.O. Vinos de Madrid y por seis las marcas. Las ventas han subido un 13% en España y en el extranjero un 43%

La Consejería de Medio Ambiente trabaja en la identificación de nuevas vides. En la actualidad hay 200 y se espera duplicar el número
La Consejería de Medio Ambiente trabaja en la identificación de nuevas vides. En la actualidad hay 200 y se espera duplicar el númerolarazon

Las cifras no mienten. Madrid está saliendo de la crisis. Lo dicen los indicadores macro y lo ratifican porcentajes como el que presenta la industria vinícola de Madrid. La Denominación de Origen (D.O.) Vinos de Madrid ha aumentado en lo que va de año un 13 por ciento las ventas respecto al pasado. Sin embargo detrás de este dato, que indudablemente revela una recuperación del consumo, no sólo está la mejora de la coyuntura económica, está el crecimiento imparable de una marca que comenzó en 1990 con cinco bodejas y que se ha multiplicado por nueve, hasta llegar a las 45 actuales. En concreto, sólo en los primeros ocho meses de este año las ventas de la D.O crecieron un 12,7 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior, con 2,3 millones de botellas vendidas, frente a las 2,09 de los primeros ocho meses del año 2013.

Vinos de Madrid tiene previsto recoger en esta campaña de vendimia 17.000 toneladas de uva en las 8.400 hectáreas de viñedo que tiene repartidas en 59 municipios agrupados en tres subzonas que suponen el 70 por ciento de la superficie de vid y que trabajan 2.891 viticultores: San Martín de Valdeiglesias, Navalcarnero y Arganda. El último municipio en incorporarse ha sido Nuevo Baztan, que ha sumado las variedades Petit Vedot, Graciano, Garnacha Tintorera y Suavignon Blan y ha elevado a 45 el número de bodegas de Vinos de Madrid, frente a las cinco con las que se comenzó la aventura de la Denominación de Origen. Es decir, desde su creación, se han multiplicado por nueve. Lo mismo sucede con el número de marcas. Desde que la D.O. nació se han multiplicado por seis al pasar de 21 a 112 firmas y de 757.500 litros en 1990 a 3.189.312 de 2013.

La campaña termina este mes y se espera que bata récords no sólo en cantidad, también en calidad. Y en este campo, la D.O también viene pisando fuerte. De nuevo lo dicen las cifras. Los Vinos de Madrid se han situado en el octavo lugar por comercialización en el mercado madrileño; el 80 por ciento de los restaurantes de mayor prestigio de la región tiene en sus cartas los caldos madrileños. Y no sólo en Madrid se consumen vinos autóctonos. En los últimos años la Denominación de Origen ha conseguido salir incluso de las fronteras nacionales. El 32 por ciento de la cosecha (más de 1 millón de botellas de vino con un valor de 2,2 millones de euros) se exportó al extranjeto; una cifra que ha aumentado en un 42,8 por ciento respecto a la campaña anterior. El principal destino fue EE UU (43 por ciento), China (26,1 por ciento) y Alemania (14,88 por ciento). Esta fama se está viendo reflejada no sólo en la industria vinícola, también en el turismo; la iniciativa Madrid Rutas del Vino de la Consejería de Medio Ambiente ha conseguido multiplicar en un 13 por ciento las visitas a bodegas en la región en sólo un año.

Y esto no ha hecho más que empezar, a juzgar por los últimos avances. Un estudio realizado en los últimos cinco años sobre el potencial de los suelos de la Comunidad realizado por el Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (Imidra), en la Comunidad hay 21.000 hectáreas de terreno aún sin cultivar que pueden proporcionar una uva de buena calidad con Denominación de Origen Vinos de Madrid.

Según esta cifra, sólo contando con los terrenos con buen potencial hallados, se podría aumentar en un 251 por ciento el suelo dedicado al cultivo de la vid, y crear así nuevos puestos de trabajo en el ámbito rural.

El estudio, pionero en toda España, reveló que Madrid dispone de 21.000 hectáreas por explotar con una calidad «excelente» y 91.000 más con buen potencial para el cultivo de la vid. Según los cálculos de la Consejería que dirige Borja Sarasola, si únicamente se utilizara el terreno de mejor calidad, las hectáreas de la D.O. aumentarían en un 215 por ciento, convirtiéndose en la cuarta en extensión de España, al quedarse sólo por detras de la D. O Cava, que cuenta con 31.941 hectáreas.

Y no sólo eso, según el estudio del Imidra, el cultivo de 20 hectáreas de las 21.000 localizadas obtendría entre 25.000 y 50.000 botellas, con lo que una bodega ahí instalada daría lugar a tres puestos de trabajo directos y otros dos estacionales. Se debe apuntar que el sector primario y la industria alimentaria generan en Madrid 34.000 empleos directos, que llegan a los 100.000 si sumamos los empleos indirectos, la mayoría, provenientes de pequeñas y medianas empresas.

Por este motivo, desde hace años, la Comunidad ha puesto en marcha una línea de investigación dedicada a la recuperación de variedades tradicionales. En concreto, el Imidra trabaja en la recuperación de la variedad Moscatel de grano menudo, que hasta ahora eran de origen francés, italiano o del norte de España. Con este trabajo, se permitirá a los viveristas, viticultores y bodegueros clones que ya han sido sometidos a un exhaustivo estudio y que tras éste, presentan las mejores características para Madrid; es decir, que sean de brote tardío para que no le afecten las heladas y que además sean resistentes a las enfermedades que habitualmente les atacan. Resucitado la Moscatel de grano menudo no sólo se imprime calidad, personalización y diferenciación a los vinos de Madrid respecto al resto, puesto que no es una cepa común, sino que se contribuye a la conservación de esta variedad que está en el origen de vinos de gran calidad y que se encuentra en riesgo de extinción de Madrid por su vulnerabilidad.