Barcelona

Nuevo golpe policial al blanqueo de la mafia china

La Policía practicó ayer cerca de 60 detenciones en la operación Shopping contra una organización criminal con epicentro en Cobo Calleja.

Los agentes de la Policía Naiconal y la Agencia Tributaria realizaron ayer numerosos registros en naves del polígono de Cobo Calleja
Los agentes de la Policía Naiconal y la Agencia Tributaria realizaron ayer numerosos registros en naves del polígono de Cobo Callejalarazon

La Policía practicó ayer cerca de 60 detenciones en la operación Shopping contra una organización criminal con epicentro en Cobo Calleja.

A las 19:00 horas de ayer, los agentes de la Policía Nacional (Udyco y UDEF Central) y la Agencia Tributaria ya habían practicado 55 detenciones, 19 registros domiciliarios y a 15 naves industriales en el marco de la operación Shopping, desarrollada contra una organización criminal china dedicada al blanqueo de capitales. La operación, no obstante, continuaba abierta al cierre de esta edición y se preveían más detenciones. Las principales han tenido lugar en Madrid y en el polígono industrial de Cobo Calleja (Fuenlabrada) pero también en otras provincias y así han colaborado las Brigadas Provinciales de Policía Judicial de Barcelona, Sevilla, Málaga, Valencia, Alicante, Mallorca, Coruña, Vizcaya, Guipúzcoa y Gran Canaria.

Es el Juzgado de Instrucción número 23 de Madrid el que, según la agencia Efe, instruye la operación Shopping en la que se investiga la comisión de los delitos de blanqueo de capitales, fraude fiscal, contrabando, falsedad documental y pertenencia a organización criminal.

Los investigadores se encuentran ante una trama de características muy similares a la desarticulada en octubre de 2012, la famosa «operación Emperador», cuyo cabecilla era el empresario Gao Ping y que supuso el golpe policial a una de las mayores redes de blanqueo y delito fiscal en España.

En total fueron detenidas cerca de 90 personas y se practicaron 108 registros en los que se incautaron más de diez millones de euros en metálico. Ping, el presunto líder de la trama, ingresó en prisión, aunque fue puesto en libertad un mes después por un error judicial. En abril de 2013 volvió a ser encarcelado por el riesgo de fuga que existía y por la aparición de nuevos hechos incriminatorios, y permaneció en prisión hasta julio de 2015 tras abonar una fianza de 400.000 euros.

Esta red llegó a blanquear entre 200 y 300 millones de euros al año con la implicación no solo de ciudadanos chinos, sino también de funcionarios públicos –el juez de la Audiencia nacional Fernando Andreu llegó a imputar a varios policías– empresarios y políticos aunque muchos fueron, meses más tarde, desimputados. El daño a su imagen, como siempre ocurre en estas situaciones, y la mancha en sus carreras profesionales, será ya imposible de reparar. La trama fue destapada tras detectar varias irregularidades en la llegada de contenedores con productos de «todo a cien» desde China. Posteriormente se descubrió que los detenidos blanqueaban el dinero negro generado a través de dos modus operandi: uno más burdo, que consistía en sacar el dinero en bolsas que transportaban en coches o trenes hasta China, y un segundo método en el que un grupo de españoles e israelíes lo blanqueaban en paraísos fiscales en sociedades tapadera. Todo el dinero generado se utilizaba después para crear otras empresas, lo que dio pie a investigar otros delitos relacionados con negocios como prostitución o extorsiones.