Murcia tendrá la primera escuela de padres para gestionar las emociones de los niños

Los expertos dicen que ésta es la generación de niños con más problemas de autorregulación de la historia reciente

«Estamos ante la generación de niños con más problemas de autorregulación de la historia reciente». Así de contundente es Ildefonso Méndez, investigador principal del proyecto, «Educar para Ser», cuyo objetivo es crear escuelas de padres en grupos reducidos con niños de entre 2 y 3 años para ayudarles a gestionar sus emociones.

La primera de estas escuelas con base científica a nivel nacional, se creará en Murcia, orientada a conseguir el bienestar de los más pequeños, cuya clave tiene más que ver con la autorregulación que con el coeficiente intelectual.

Los problemas de autorregulación en los niños, según el experto, se deben a diferentes situaciones, una de ellas es la baja natalidad, es decir, la escasez de niños a lo que se le suma que se convierten en los reyes del hogar, lo que hace que «tengan en casa un poder emocional muy alto y se encuentran con muy poca regulación de un grupo entre iguales».

Así mismo resaltan el poco tiempo que los pequeños pasan con sus progenitores, unido a la mayor abundancia material, lo que no contribuye a regular las habilidades emocionales, así como el uso de la tecnología, ya que hoy día los niños tienen un acceso, a veces poco controlado, a los dispositivos tecnológicos, con lo que no se fomentan las habilidades sociales de compartir y jugar con otros niños.

La escuela estará dirigida no solo a los padres, sino también a los abuelos y a aquellos que se relacionen habitualmente con los niños a nivel familiar.

Méndez destacó que el juego es lo que más enriquece en los primeros años de vida del niño, especialmente aquel que se realiza con otros de su misma edad en el patio o en un jardín. También la la dramatización de los cuentos por parte de los mayores.

Los expertos aseguran que la lectura de historias y su representación ayuda a los niños a gestionar sus emociones y a canalizarlas de forma positiva.

La gestión de la frustración, la espera, las emociones en términos generales, la inhibición de impulsos y hasta las famosas rabietas pueden ser gestionadas de forma positiva si los padres saben como hacerlo.

El experto asegura que cada vez se trabaja menos la gestión de la frustración, especialmente porque los padres tienen menos tiempo para ocuparse de ello y por una sobreabundancia de bienes materiales, lo que produce una mayor dificultad para gestionar situaciones reales de la vida cotidiana.

En la escuela de padres se darán las claves para resolver las situaciones «en beneficio de todos y que ocurra menos lo que no queremos que ocurra. Tener flexibilidad y creatividad, trabajar en equipo, ser una persona capaz de establecer objetivos, planificar, tener resiliencia, y perseverar en las acciones».

Los propios padres han reclamado a los expertos materiales adecuados para poder trabajar en casa con los niños.