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Retos del medio ambiente en las aulas

El próximo curso, los programas educativos de nuestro país incorporarán materias relacionadas con la transición ecológica y la Agenda 2030. A día de hoy, ya existen iniciativas para integrar estos conocimientos en los centros educativos de manera didáctica y atractiva para los estudiantes.

Los colegios tienen que integrar este año en sus programas materias como la transición ecológica y la Agenda 2030
Los colegios tienen que integrar este año en sus programas materias como la transición ecológica y la Agenda 2030GorodenkoffShutterstock / Gorodenkoff

Conscientes de que los ciudadanos del futuro se están formado ahora en las aulas, muchas instituciones públicas y empresas, desde hace años, desarrollan iniciativas para acercar el cambio climático y el respeto por el medioambiente a los alumnos. Las hay de todo tipo, desde salidas a la naturaleza para conocer la biodiversidad, a talleres para que los niños diseñen programas sostenibles para sus centros educativos.

El desarrollo de la educación ambiental temprana ha tenido, sin duda, repercusión en el comportamiento de las nuevas generaciones si atendemos a estudios como el “Informe Juventud en España 2020″, elaborado por el Instituto de la Juventud (INJUVE), que afirma que 4 de cada 5 jóvenes, entre 14 y 29 años, se interesan por cuestiones vinculadas con el medioambiente, la contaminación o el tratamiento de residuos. De hecho, para los jóvenes el cambio climático está entre los tres mayores acontecimientos ocurridos a nivel nacional o mundial de los últimos 30 años.

A partir del próximo curso, materias como la transición ecológica y la Agenda 2030 entrarán en el currículum educativo de colegios e institutos españoles. Para que esto suceda, el profesorado deberá adaptar sus programaciones incorporando estos nuevos contenidos a los planes de estudio de los más pequeños. Esta nueva realidad se alinea perfectamente con el concepto de educación ambiental que acuñó la Unesco en los años 60 como un instrumento imprescindible para dar respuesta a los retos medioambientales.

Pero ¿cómo se integrará el cambio climático en las aulas? Vidal Díaz, director del centro educativo La Ribera situado en Cascante (Navarra), lo tiene muy claro: “Creo que debe ser transversal. Cuanto menos esté sujeto el tema medioambiental a una asignatura concreta o un horario, incidirá más en la conciencia de los alumnos. Tendrá que estar presente tanto en los descansos como en los talleres, estudios científicos o a las visitas fuera del centro”.

Este centro se ha adelantado e integra estos conocimientos en las aulas desde hace tiempo. Una de las herramientas que utiliza es Zinkers, una plataforma educativa digital desarrollada por Fundación Repsol. A través de esta iniciativa tanto profesores como alumnos acceden, de forma gratuita, a recursos y actividades interactivas curriculares. La herramienta integra un catálogo de material educativo sobre energía, cambio climático, calidad del aire, movilidad sostenible, etc., y lo hace priorizando la parte práctica.

Una fórmula para educar sobre cambio climático es integrar esta materia en todas las actividades diarias de los niños, desde los descansos a los talleres o las visitas fuera del cole
Una fórmula para educar sobre cambio climático es integrar esta materia en todas las actividades diarias de los niños, desde los descansos a los talleres o las visitas fuera del coledreamstime

“El programa está lleno de dinámicas, tareas y actividades que tienen que ver con el aprendizaje cooperativo, el trabajo por proyectos, con rutinas de pensamiento y con el trabajo multidisciplinar, haciendo que el alumno participe de forma gamificada en torno a dinámicas de juego para llegar a una conclusión”, añade Juan Núñez, socio-director en OTBInnova, maestro, pedagogo y asesor pedagógico en Fundación Repsol que ha colaborado en el diseño de Zinkers. Un ejemplo sería dividir a los alumnos por equipos de trabajo para cumplir una serie de retos relacionados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Los alumnos se convierten en “techies, influencers, trendies, strategos y thinkers”, según sus habilidades, y son guiados por Alex, una joven estudiante universitaria virtual que les presenta cuestiones que están presentes en su día a día.

Según explica Díaz, “es importante concienciar a los más jóvenes e intentar que lo que aprenden en la escuela vaya en paralelo con lo que ocurre en la sociedad. Temas que nuestros chicos están viendo en la televisión y en redes sociales, tiene sentido que se vean en las aulas. Creo que no es tanto lo teórico, sino más bien que lo que se enseñe sea significativo para los alumnos. El tema de la sostenibilidad hay que contarlo a nivel de lo que ellos pueden aportar, por ejemplo, siendo consciente del gasto energético que supone si dejo el cargador del móvil enchufado”.

Si queremos un alumno con criterio propio en torno al cambio climático, “necesitamos plantear situaciones en las que reflexione y luego actúe. Estos conceptos se pueden aterrizar en las aulas de muchas maneras, pero una de ellas es dotando a los centros de recursos para que los profesores puedan trabajar esos objetivos en el aula”, afirma Núñez.

En la escuela se construye la sociedad del futuro, un mundo que mañana puede ser más justo y sostenible si se logra implicar y concienciar a los más jóvenes. “Que vean que tienen algo que decir y hacer para cambiar esas determinadas inercias que hay en la sociedad”, como dice el director de La Ribera.

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