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Tratamientos capilares

“La inteligencia artificial ha elevado el trasplante capilar a un nivel de precisión nunca visto”

El Dr. Santiago Casquero Gherardi**, especialista en cirugía capilar con más de 13 años de experiencia y más de 6,000 intervenciones realizadas, es conocido por su enfoque innovador y personalizado. En esta entrevista, explica cómo la inteligencia artificial (IA) está transformando su campo, desde el diagnóstico hasta la planificación y ejecución de los trasplantes capilares.

Dr. Santiago Casquero cirujano capilar Dr. Santiago Casquero Gherardi**

¿Cómo ha irrumpido la inteligencia artificial en la medicina y, específicamente, en la cirugía capilar?

En los últimos años hemos visto cómo la inteligencia artificial se ha convertido en una herramienta revolucionaria en el ámbito de la salud. Se aplica, por ejemplo, al diagnóstico médico, cruzando los datos del paciente con bases de datos de miles de casos similares. Esto agiliza los procesos, aligera la carga para los médicos y mejora la toma de decisiones. En el campo de la cirugía capilar, la IA ha elevado el nivel de precisión y personalización. Hoy podemos valorar, planificar y ejecutar procedimientos de trasplante capilar con una exactitud que antes era impensable.

Usted ha desarrollado su propio sistema integral para el trasplante capilar. ¿En qué consiste exactamente?

A lo largo de los años he desarrollado el *Sistema Integral de Restauración Capilar* (IRHS). Se basa en un nuevo concepto teórico que denominé “Mapa de Alopecia”. Esta metodología permite analizar de forma detallada las diferentes áreas del cuero cabelludo, cejas y barba que pierden densidad capilar, y en qué medida. Mientras que las escalas tradicionales, como la de Hamilton-Norwood o la de Ludwig, clasifican la alopecia en apenas unos pocos estadios, nuestro mapa contempla más de 135,000 formas diferentes de pérdida de cabello en el cuero cabelludo, más de 128 en la barba y 57 en las cejas. Esto nos permite realizar diagnósticos mucho más precisos y planificaciones realmente personalizadas.

La tecnología es clave en el diagnóstico, pero la confianza y la empatía siguen siendo insustituibles en la relación médico-paciente.

¿Cómo se aplica la inteligencia artificial en su método de trabajo?

Hace dos años, junto a un equipo de programadores, desarrollamos una aplicación basada en IA que integra este concepto del Mapa de Alopecia. La herramienta funciona en la nube, por lo que puede utilizarse en cualquier clínica o consulta médica con acceso a internet. La IA emplea algoritmos de visión artificial para analizar imágenes en alta resolución del cuero cabelludo, cejas y barba, así como de las zonas donantes. La aplicación calcula de forma automática la superficie afectada, la densidad folicular, el diámetro y la dirección natural del cabello. Estos datos permiten definir cuántas unidades foliculares son necesarias en cada zona, optimizando la distribución para maximizar la naturalidad del resultado.

¿Qué ventajas ofrece este uso de la inteligencia artificial para los pacientes?

Principalmente, precisión y personalización. La IA nos permite determinar de manera objetiva si una persona es candidata a un trasplante capilar, y en qué medida. Calcula exactamente cuántos folículos se pueden extraer de la zona donante sin comprometerla, y cuántos se necesitan para alcanzar el resultado deseado. Además, ofrece simulaciones realistas del resultado final, lo que ayuda a gestionar las expectativas del paciente desde el primer momento. Esto genera confianza y facilita la comunicación.

¿Y para los médicos que trabajan en este campo?

Les permite ser más eficientes y ofrecer mejores resultados. La herramienta agiliza la valoración y la planificación, ahorrando tiempo y reduciendo el margen de error. Además, estandariza el proceso, asegurando que diferentes médicos puedan ofrecer un servicio consistente. Esto es clave en clínicas con múltiples profesionales. También se genera un registro detallado del proceso y del seguimiento del paciente, lo que mejora el control de calidad.

La inteligencia artificial nos permite valorar, planificar y ejecutar trasplantes capilares con una precisión y personalización que antes era impensable.

¿Qué desafíos encuentra en la implementación de la inteligencia artificial en la medicina estética?

El principal desafío es la calidad de los datos. Para que la IA sea eficaz necesita información precisa y actualizada. También es necesario formar a los profesionales sanitarios para que sepan interpretar y manejar estas herramientas. Y no podemos olvidar la regulación: es importante que existan marcos éticos y legales claros que garanticen el buen uso de la tecnología, siempre al servicio del paciente y no de intereses comerciales.

¿Cree que la inteligencia artificial puede sustituir la labor del médico?

No. La IA es una herramienta potentísima, pero no tiene inteligencia emocional. La relación médico-paciente se basa en la empatía, en comprender la motivación emocional de quien acude a nosotros buscando una solución. Un trasplante capilar no es solo una cuestión técnica; es un procedimiento en el que el componente artístico y la sensibilidad del médico son esenciales. Diseñar una línea de implantación natural, interpretar el rostro del paciente, entender sus expectativas… eso solo lo puede hacer una persona. La IA nos da datos, pero la humanidad en el trato sigue siendo insustituible.

¿Qué perspectivas ve en el futuro de la IA aplicada a la cirugía capilar?

Creo que en los próximos años veremos avances importantes en predicción genética y en la integración de datos hormonales o familiares. Esto permitirá anticipar la evolución de la alopecia de cada paciente y diseñar estrategias de tratamiento todavía más precisas. También podremos desarrollar algoritmos que minimicen los efectos secundarios o mejoren la integración de los injertos. Pero siempre, insisto, sin perder de vista la dimensión humana del tratamiento.

Para cerrar, ¿qué mensaje le daría a los profesionales y pacientes que están valorando estas tecnologías?

La IA es una aliada. Facilita procesos, mejora resultados y aporta seguridad tanto al paciente como al médico. Pero es fundamental usarla con responsabilidad, como complemento a la experiencia clínica y al trato humano. La tecnología puede ofrecer muchas respuestas, pero la confianza y el acompañamiento personal siguen siendo la clave del éxito en cualquier procedimiento de restauración capilar.

drsantiagocasquero.com

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