Moda

Estos dos icónicos vestidos de Marylin Monroe son los más caros del planeta

Marylin era inspiración viva para el diseñador William Travilla. Anhelaba sus curvas, su carisma, su encanto único, su sensualidad y su feminidad. De ella diría, que “las demás parecen sosas a su lado”.

LA ACTRIZ MARYLIN MONROE
LA ACTRIZ MARYLIN MONROElarazon

Piensa en una escena icónica de la insuperable actriz Marylin Monroe. Muy probablemente se te haya venido a la cabeza el momento en el que el vestido blanco más famoso del séptimo arte bailaba al son del aire del subsuelo. Para refrescarte la memoria, te ponemos en antecedente.

 

Este vestido fue diseñado por el modisto de cabecera de la actriz, William Travilla. Un vestido de un delicado color marfil con escote halter y voluminosas telas, ideales para el reconocible baile de sus formas mientras la actriz mostraba su dulzura.

Cuando la actriz falleció, el diseñador reunió todas las prendas que creó para ella. Pero no fue hasta el fallecimiento del diseñador, cuando se estudió el valor real de todas estas piezas, convertidas en verdaderas obras del séptimo arte.

Otra reconocida actriz, Debbie Reynolds, se hizo con el vestido que subastó tiempo más tarde. En 2011, el vestido más famoso del cine también se convirtió en el más caro de la historia (hasta ese momento). El mejor postor pagó por él 5.520.000 dólares, o lo que es lo mismo, 4.450.700 euros.

William Travilla estuvo muy cerca de la actriz. Además de confeccionar sus diseños, mantuvieron un romance muy especial e intenso. De él son los looks que la actriz lució en las películas Los caballeros las prefieren rubias, Cómo casarse con un millonario, Bus Stop, Niebla en el alma y Me siento rejuvenecer.

Y es que Marylin era inspiración viva para el diseñador. Anhelaba sus curvas, su carisma, su encanto único, su sensualidad y su feminidad. De ella diría, que “las demás parecen sosas a su lado”.

Pero no, todavía hay un vestido más caro que el icónico marfil

Y también perteneció a Marylin. Nos referimos a las pocas veces que la actriz eligió a otro diseñador para vestirse. Este vestido fue el que uso para cantarle el cumpleaños feliz a John F. Kennedy, el presidente de los Estados Unidos. Un vestido confeccionado con más de 6.000 cristales de strass colocados a mano por el diseñador Jean Louis.

Esta pieza de autor llegó a costar en subasta una cifra que rozaría los cinco millones de euros y consiguió hacerse un hueco en el Libro Guinness de los Records. Sí, además brillaba tanto como la propia actriz.