Gastronomía
Hablamos con Ignacio Lozano, master blender de Carlos I, el brandy más prestigioso del mundo
Hoy te traemos una entrevista con un verdadero maestro. Más concretamente con Ignacio Lozano, master blender de Osborne.
Ignacio Lozano nos habla de Carlos I, uno de los mejores brandis del mundo con gran presencia internacional y con numerosos reconocimientos a lo largo de los años. Un brandy con nombre de rey que fusiona pasado, presente y futuro con la maestría de pocos. Ahora, Carlos I se convierte en noticia al presentar Carlos I 130 Aniversario que sigue cosechando devoción en todo el mundo.
En el International Spirit Challenge 2020, se ha alzado con el trofeo al mejor brandy y Osborne ha sido premiado como el mejor elaborador del brandy del mundo. Casi nada… Para la elaboración de Carlos I 130 Aniversario, se han vaciado de forma íntegra dos de las botas centenarias de la Solera Fundacional de Carlos I, que son de 1890. Exclusividad que ha hecho que el 40% de las 1.665 botellas exclusivas han sido reservadas ya para estar en bodegas de grandes amantes del brandy y coleccionistas en Alemania, Suiza o China. Un brandy irrepetible.
Carlos I, brandy con el nombre y la imagen de un rey. ¿Cuáles son los valores de este brandy? ¿Qué le hace único?
Carlos I es el Brandy de Jerez Solera Gran Reserva -la categoría más premium que hoy en día existe en brandy-, de gran tradición, sutil y carismático. Su sabor suave y su textura aterciopelada hacen de Carlos I un brandy muy especial y con gran personalidad.
Su origen legendario se remonta a hace 130 años y su elaboración artesanal es esencial para dotar a nuestro brandy de matices que lo diferencian del resto de brandis. De hecho, todas las botas que utilizamos para la elaboración de Carlos I son de roble americano y han contenido durante al menos 25 años algunos de nuestros de vinos de Jerez, concretamente Oloroso y Amontillado.
El brandy se elabora en pleno corazón de El Puerto de Santa María que cuenta con un microclima único. ¿Qué papel juega este microclima y la ubicación en la elaboración y envejecimiento de los brandis de la zona de Jerez?
El Brandy de Jerez es uno de los destilados más famosos del mundo y todo un éxito en países como Alemania, Suiza o China. De hecho, concretamente en el caso de Carlos I, el 80% de las ventas proceden de las ventas internacionales, siendo el brandy premium más vendido en el mercado alemán.
En este éxito mundial, como bien dices, tiene mucho que ver el clima de El Puerto de Santa María, y en realidad, la singularidad del propio Marco de Jerez, que es la zona del noroeste de la provincia de Cádiz, entre los ríos Guadalquivir y Guadalete.
Este “microclima”, unido al sistema tradicional de elaboración dinámico de Criaderas y Solera y cómo son las botas en las que se envejece el brandy, hace que sean unos destilados únicos y muy apreciados mundialmente por su calidad.
Para nosotros, como familia, en este proceso de elaboración tienen una especial importancia las botas que destinamos a Carlos I, porque se caracterizan por tener una vejez de entre 50 y 60 años, de las cuales 25, han estado dedicadas a envejecer nuestros vinos de Jerez.
Así es como nuestra propia historia está ligada al Marco de Jerez. Algunas de nuestras “soleras madre” son muy antiguas y conservan esa tradición tan ligada a los brandies de Jerez y a Carlos I.
Un brandy de gran personalidad creado a través de un sistema único en el mundo creado en el siglo XIX: el de Criaderas y Solera, como bien comentas. ¿Cómo es este sistema?
El sistema de envejecimiento dinámico de Criaderas y Solera es un elemento propio de la tradición vinícola de Jerez desde hace tres siglos y nace para satisfacer la demanda de la época en distintos mercados con una homogeneidad determinada.
En concreto, este sistema de Criaderas y Solera se basa en la disposición en varias alturas de las barricas o botas de la bodega. La fila de botas situada sobre el suelo es la llamada solera y, sobre ésta, tenemos la siguiente fila que es la primera criadera. Más arriba está la segunda criadera y así sucesivamente. La particularidad de este sistema es que cuando vamos a embotellar hacemos “la saca”. Es decir, la extracción que, en el caso del brandy, se hace de la solera. Este vaciado, que siempre es de pequeño volumen y no más del 20% del total del brandy de la bota, se compensa rellenando la bota de la solera con brandy de la primera criadera y esta, a su vez, será llenada con la segunda criadera. Y así hasta cubrir todas las criaderas.
De hecho, extraer el brandy siempre de la solera hace que diferenciemos este destilado en tres categorías, en función de la complejidad que tengan y el tiempo de envejecimiento. Estas son Brandy Solera, Brandy Solera Reserva y Brandy Solera Gran Reserva.
Los brandis Solera Gran Reserva, como es Carlos I, son los brandis más sofisticados, las joyas de la bodega. Y lo son porque pasan más tiempo en botas envejeciendo, lo que les da los distintos matices que los hacen más apreciados.
Gracias a este sistema podemos decir que se fusiona historia y juventud, pasado y presente, ¿no?
Sin duda. La elaboración del brandy con este sistema de Criaderas y Solera es un trabajo artesano que en Osborne realizamos desde hace casi 250 años, con un control de calidad en todo el proceso de elaboración, desde el origen hasta su maduración, que ha pasado de generación en generación y que se mantiene vivo hasta el día de hoy.
Este trabajo artesanal, sin embargo, no se traduce en añadas como sí sucede en el mundo del vino. Esto es porque el sistema de envejecimiento de Criaderas y Solera es un sistema dinámico, donde vamos mezclando el brandy de las distintas criaderas en el orden mencionado, de manera que mezclamos las gotas jóvenes con otras más antiguas obteniendo una vejez promedio, aunque la solera pueda contener incluso gotas de hasta 130 años como en el caso de Carlos I.
¿Cómo ha sido el proceso de elaboración en concreto de Carlos I 130 aniversario?
Ha sido un proceso de elaboración realmente especial porque, por primera vez, se han vaciado de forma íntegra dos de las botas centenarias de la Solera Fundacional de Carlos I, que son de 1890. Esto es un hecho muy excepcional, ya que tendremos a partir de ahora menos botas del año en el que nació Carlos I para conmemorar un hito histórico en la marca. El resultado es un brandy excepcional que nos hace sentir muy orgullosos. Sin duda, ha merecido la pena el uso de estas botas guardadas con tanto cariño. Además, se ha hecho un trabajo minucioso con holandas envejecidas durante más de treinta años en las Bodegas Osborne y con unas características muy especiales, que nos han ayudado a obtener este exclusivo brandy.
Es una obra irrepetible, con una edición limitada de 1.665 botellas. De hecho, Carlos I 130 Aniversario ha despertado mucho interés en mercados internacionales. Tanto, que el 40% de las botellas que teníamos para vender han sido reservadas ya para estar en bodegas de grandes amantes del brandy y coleccionistas en Alemania, Suiza o China.
¿Cómo es la mejor manera de servirlo?
Carlos I tiene distintos aromas en boca que lo hacen muy agradable para disfrutar solo o bien maridando una excelente comida. Pero como te decía, es cada vez más una referencia en el mundo de la mixología por su versatilidad. Permite preparar cócteles de una manera sencilla con sabores muy refrescantes.
Un ejemplo de este interés por el brandy entre los profesionales de la mixología es el éxito que hemos tenido impulsando el Colegio del Brandy. Se trata de una competición que hemos impulsado en los últimos cinco años en Alemania y en España. En ella, los mejores bartenders de ambos países compiten por ser “El Rey del Brandy” con propuestas muy disruptivas y sofisticadas.
Carlos I 130 Aniversario puede servirse solo o disfrutarlo en deliciosos cócteles que puedes ver aquí.
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