Lujo
Zagato IsoRivolta GTZ: la reencarnación de un clásico del motor
Diseñado por Zagato, es el heredero espiritual del A3/C, el deportivo que ganó en Le Mans en los años 60.
El mundo del automóvil nunca ha cambiado tan rápido como en los últimos años. La electrificación, en particular, está haciendo crecer nuevas marcas en un periodo de tiempo relativamente corto en comparación con la dinámica de una industria establecida desde hace más de un siglo. El caso más emblemático que describe esta tendencia es el de Tesla, para ser claros.
Paralelamente a esta “evolución de la especie automovilística”, en la que se basarán los futuros escenarios de movilidad, también se ha desarrollado un fenómeno que sigue preocupando a la genética del automóvil, esta vez mirando al pasado. Hablamos de operaciones de renacimiento de marcas históricas de automóviles como la realizada por Zagato con el Isorivolta GTZ.
De A3/C a GTZ
La idea de rendir homenaje a Renzo Rivolta -y a su hijo, Piero- nació en el taller milanés con el Isorivolta GTZ, la reencarnación moderna del Isorivolta A3/C de 1965. Estamos hablando de una berlinetta de carretera derivada del A3 Corsa de 1963, ganador de Le Mans (en su categoría) en 1964 y 1965.
El proyecto GTZ fue concebido a partir, en primer lugar, del diseño, que se inspira en el Isorivolta A3/C un poco como ocurrió con otros coches emblemáticos, que desde los años 60 han llegado hasta nuestros días. Como el Porsche 911 y el Ford GT. Y entonces, este traspaso de personalidad entre los dos Isorivolta tomó forma bajo la carrocería, que hoy como entonces se basa en la mecánica del Chevrolet Corvette.
En la época del A3/C, de hecho, los GT se derivaban sustancialmente de los coches de carreras. Así que eran rápidos, pero también poco fiables. Esto es lo que llevó a Renzo Rivolta a crear un coche tan fascinante y de altas prestaciones como un deportivo italiano, pero tan robusto como un muscle car americano. Y esta idea también influyó en la elección del grifo para la marca Isorivolta.
Corvette, hoy como entonces
Volviendo a lo que se llama el coche donante, o el coche que actúa como “esqueleto” para la carrocería de fibra de carbono del Isorivolta GTZ, la elección recayó en el Chevrolet Corvette C7 ZO6. Y por tanto a la generación anterior del actual Chevrolet Corvette C8, que no habría permitido respetar la disposición del motor delantero del A3/C.
Bajo el capó del GTZ, pues, se encuentra el 6.2 V8 del Corvette Z06 sobrealimentado por un compresor volumétrico, con 660 CV de potencia y 881 Nm de par, ya a 3.600 rpm. Se puede elegir entre una transmisión manual de 7 velocidades y una automática de 8 velocidades con convertidor de par, para un tiempo de aceleración de 0 a 100 km/h de 3,7 segundos y una velocidad máxima de 310 km/h.
El comportamiento dinámico está dominado por la prácticamente infinita reserva de empuje del motor, que se puede disfrutar dejándolo en dos marchas más de lo habitual y soltando el pie del acelerador para disfrutar del sonido tan envolvente de este motor de 8 cilindros de tan generosa cilindrada.
Y se puede confiar en la solidez del tren delantero: la considerable anchura de los neumáticos delanteros de 285/30 en llantas de 20 pulgadas (frente a las de 19 pulgadas del Corvette original) proporciona más agarre del que cabría esperar, con un tren trasero que le sigue fielmente, con una agradable puesta a punto neutra, tanto en términos de equilibrio como de calibración.
Personalización
En cuanto a los detalles de construcción, el Isorivolta GTZ se diferencia del Corvette C7 Z06 no sólo por la carrocería de composite, que ha permitido redefinir la parte del habitáculo conocida como invernadero con un nuevo diseño para el techo, el parabrisas, las ventanas laterales y la luneta trasera. Esta nueva “piel” del GTZ también ha permitido homologar grupos ópticos específicos, siguiendo la tradición de Isorivolta, al igual que se ha remodelado todo el terminal de escape central, con un desarrollo horizontal.
En el interior, se ha rediseñado el salpicadero revestido de cuero, así como el túnel central, que también está disponible en aluminio macizo fresado, al igual que el resto de detalles de aluminio anodizado del habitáculo.
Además, los pilares traseros que hacen que el techo sea más cónico también integran la estructura de protección de una jaula antivuelco en su tapicería de cuero, sin inutilizar la capacidad de carga, en línea con la filosofía GT de esta moderna reinterpretación del Isorivolta.
Está prevista la producción de un total de 19 GTZ, con un proceso artesanal que dura unos 5 meses para cada coche, empezando por el Corvette que sirve de base. El coste de la realización, incluido el coche donante, es de 800.000 euros (sin incluir impuestos ni personalizaciones).
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