Coches de lujo
El último capricho por el que LaMelo Ball no ha pagado menos de medio millón de euros
El base de los Charlotte Hornets ha añadido a su ya portentoso garaje un Rolls-Royce Cullinan completamente personalizado.
Ya quedan menos de un par de semanas para que la NBA alce el telón. La liga de baloncesto norteamericana comienza el próximo 18 de octubre y las finales se disputarán a mediados del mes de junio. En el medio, todo el espectáculo propio de un campeonato que, por cierto, es puesto en duda por cada vez más aficionados. El hecho de que tres de los mejores jugadores de la NBA, Antetokoumpo, Doncic y Jokic, fracasaran de manera estrepitosa con sus selecciones en el último Eurobasket que ganó España, ha puesto en tela de juicio la calidad, sobre todo táctica, de la denominada mejor liga del mundo.
Sea como fuere, allí estarán en quince días los Charlotte Hornets para dar guerra en la Conferencia Oeste. Con el propietario más insigne de toda la competición, el mítico Michael Jordan, los Hornets tendrán como objetivo entrar, por fin, en los play-off por el título, bien sea de manera automática, clasificándose entre los 8 primeros, o a través del play-in, que da opciones hasta al décimo mejor equipo de la conferencia.
La consecuencia de este objetivo, que sería todo un éxito para la franquicia de Air Jordan, depende en gran medida del rendimiento de LaMelo Ball, uno de los mejores bases de la NBA que, con solo 21 años, realizó una excelente temporada el pasado año, lo que le llevó a jugar el All-Star. En su momento, Ball fue el más joven de la historia en conseguir un triple doble en un partido (más de 10 puntos, más de 10 rebotes y más de 10 asistencias) al hacerlo con 19 años y 140 días.
Ball cuenta esta temporada con un salario de 8,6 millones de dólares, cantidad que se ampliará en las dos próximas campañas (10,9 y 14,3 millones de dólares) y perfecta para dar rienda suelta a una de sus grandes pasiones, los automóviles de lujo. En el portentoso garaje de LaMelo Ball ya hay sitio para, por ejemplo, un Lamborghini Urus o un Ferrari F8 Tributo, los dos generosamente personalizados.
También lo está su nueva y espectacular adquisición. Se trata de un Rolls-Royce Cullivan, el potentísimo SUV de la prestigiosa firma británica que, en el mercado y sin apenas extras, se puede conseguir por 280.000 euros. Hasta los 320.000 se dispara la versión con la mayoría de los extras. Pues bien, se calcula que el suyo le ha costado a LaMelo Ball en torno al medio millón de dólares.
El motivo hay que buscarlo en un kit de carrocería ancha Overdose, unas llantas Vossen y un interior a medida, confeccionado sobre cuero rojo, que no escapa a ningún detalle. Todo ello personalizado y ofrecido por Champion Motoring, que también ha creado una caja de subwoofer a medida que se encuentra en el maletero y que incluye dos enormes altavoces y detalles en rojo brillante.
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