Coronavirus

Sanidad reparte mascarillas sin cumplir las medidas de seguridad

Otro fallo del Ministerio. Según la ley, las quirúrgicas solo puede distribuirlas personal sanitario. Además, no contaban con ningún tipo de envoltorio para protegerlas

Estado de alarma y la obligatoriedad de llevar mascarilla en el metro
Estado de alarma y la obligatoriedad de llevar mascarilla en el metro©Gonzalo Pérez MataLa Razón.

El pasado sábado Pedro Sánchez anunció una decisión que muchos le reclamaban para evitar un repunte de contagios por coronavirus en la desescalada: las mascarillas serían obligatorias desde el lunes (ayer) en el transporte público, coincidiendo con el inicio de la fase 0.

Unos días antes, el propio Sánchez decía que su uso era «altamente recomendable». Unas semanas atrás era, directamente, innecesario. Para garantizar que toda la población tenga acceso a esta medida de protección, el presidente anunció que se repartirían miles de unidades en los puntos que soportan más concentración de viajeros. En el caso de Madrid, en las principales estaciones de metro y en las paradas de autobús más transitadas.

Ayer por la mañana, según pudo comprobar LA RAZÓN, la distribución comenzó en torno a las 8:00 horas. De ella se hicieron cargo agentes de la Policía Local, voluntarios de Cruz Roja y Cáritas, y vigilantes de Metro, entre otros efectivos. A diferencia del reparto que se produjo coincidiendo con la reactivación parcial de la actividad tras Semana Santa, en esta ocasión se distribuyeron mascarillas quirúrgicas, no higiénicas, tal y como confirmó a este periódico el Ministerio de Sanidad.

La diferencia básica entre ellas es que, de los dos tipos, está demostrado que las quirúrgicas son las únicas que evitan la propagación del virus. Así, son productos sanitarios, y como tales su uso está regulado en el Real Decreto 1591/2009 de 16 de octubre.

Normativa incumplida

Tal y como adelantó este diario, según fuentes jurídicas, las mascarillas no podrían darse de forma individualizada en la calle por profesionales no sanitarios, entre otras razones, porque se perdería la trazabilidad en caso de una retirada de mercado. Es el primer punto en el que la normativa se incumplió ayer y, previsiblemente, se seguirá incumpliendo durante hoy. A pesar de esto, desde Sanidad justifican este extremo por las licencias que permite el estado de alarma.

Pero lo cierto es que, a todas luces, la distribución de mascarillas no se efectuó en las mejores condiciones: en primer lugar, se repartieron «al desnudo», sin ningún tipo de envoltorio, y, según las imágenes que corrieron como la pólvora por redes sociales, varios encargados de suministrárselas a los usuarios no portaban guantes, e incluso se puede ver cómo varios no las sujetaban por la goma, la forma más segura, sino por el protector respiratorio.

Según detallan desde el Ayuntamiento de Madrid (cuyos servicios repartieron ayer 130.000 unidades), ni Sanidad ni la Delegación de Gobierno han distribuido un protocolo específico que regule cómo se deben manejar desde que se desempaquetan hasta que se entregan a los viajeros.

Por su parte, el Ministerio afirma que «se han trasladado indicaciones para la adopción de las medidas necesarias para facilitar este producto a la ciudadanía con las máximas garantías de protección». Este periódico ha pedido conocer estas instrucciones, pero no ha obtenido respuesta.