Policía

Detenida la dueña del restaurante en el que vivían hacinadas 20 personas

La Policía rescató a los inmigrantes que tenían que pagar 400 euros al mes por dormir en espacios reducidos. Además, les amenazaba con contagiarles el coronavirus tosiendo sobre los platos de la comida

Restaurante de San Blas dónde liberaron a 20 personas
Restaurante de San Blas dónde liberaron a 20 personasPolicía Nacional

La Policía Nacional ha detenido a la dueña del restaurante del barrio madrileño de San Blas en el que el pasado 24 de abril se localizaron a 20 personas en su interior, entre ellas dos bebés, que vivían hacinadas y bajo amenazas por parte de la dueña del restaurante, que estaba cerrado al público. La dueña estaba imputada por favorecimiento de la inmigración irregular. También se detuvo en esa ocasión al dueño del local. Ambos acabaron imputados por delitos de favorecimiento de la inmigración irregular, coacciones y delito contra la salud pública, según informó en su momento la Policía.

Ahora, la dueña del restaurante ha sido nuevamente detenida, en esta ocasión por romper el precinto policial que impedía el acceso al local y entrar a robar las pertenencias de algunos de los inquilinos, según han informado la Jefatura Superior de la Policía de Madrid.

Los hechos se remontan al pasado 24 de abril, cuando la Policía tuvo conocimiento de la situación en la que se encontraban las 20 personas, inmigrantes de distintas nacionalidades. Las víctimas, entre las que se encontraban dos bebés de menos de un año, habitaban en el restaurante en espacios de apenas un metro y medio de largo por 400 euros al mes. La propietaria había instalado colchones sobre la barra del bar, en la cocina bajo la campana extractora o en el patio trasero, separando cada “estancia” por cartones o plásticos.

Cuando no podían hacer frente al pago exigido eran sometidas a coacciones, la dueña del restaurante y el propietario del inmueble les impedían el acceso a servicios básicos, obligándoles a dormir en espacios aún más reducidos, como pequeños aseos o incluso a una cámara frigorífica, llegando incluso a amenazarles con contagiarles la enfermedad covid-19. Les decía que tenía coronavirus y tosía y estornudaba sobre los platos y otros enseres cuando se encontraban en la hora de la comida.