Sucesos

Trabajo considera que la empleada de IVECO no se suicidó por la difusión de los vídeos sexuales

El informe exonera a la empresa porque la distribución se realizó a través de teléfonos particulares

Operarios en la factoría de Iveco
Operarios en la factoría de Iveco larazonLa Razón

Verónica Rubio, empleada de IVECO de 32 años, se suicidó en mayo de 2019 después de la difusión de un vídeo sexual que grabó con un ex novio y compañero de trabajo. En pocas horas, el 80 por ciento de los trabajadores de la empresa lo habían visto. Su mayor miedo era que su actual pareja, también trabajador de IVECO, se enterara. La presión invadió a la joven y terminó ahorcándose en el garaje de su casa.

Sin embargo, la inspección de trabajo acaba de determinar que la difusión de los vídeos sexuales no influyó en la decisión de verónica de quitarse la vida. En el informe del caso, asegura que a la víctima no le afectó que la práctica totalidad de la plantilla viera los vídeos, sino que la decisión de suicidarse estuvo provocada por el miedo a que su marido los viera. Además, otra fuente de preocupaciones era la conciliación de la vida personal y laboral, para lo que había pedido un cambio de turno para poder cuidar a sus hijos, un cambio que logró un día antes de quitarse la vida.

La resolución especifica que el problema de Verónica no se encontraba en el terreno laboral sino en el personal. Además, concluye que a la mujer “no le afecta la visualización del vídeo por sus compañeros en cuanto al contenido del mismo”, sino que le preocupaba que esas imágenes llegaran a “su entorno familiar y más concretamente a su marido”, por lo que archiva la denuncia de Comisiones Obreras contra la empresa por no proteger a su empleada y no activar el protocolo contra el acoso.

El informe de la inspección exonera a IVECO porque la distribución de los vídeos se realizó a través de teléfonos móviles particulares y no corporativos. Por su parte, Comisiones Obreras, sindicato que presentó la acusación contra la compañía, señala que el acoso era conocido por la empresa, que Verónica se lo comunicó a la misma y esta no activó ningún protocolo para ayudar a la joven. A pesar de todo, el caso se ha cerrado sin señalar culpables.

Al parecer, el vídeo, en el que aparece sola, lo grabó ella misma seis años antes de su distribución y se lo envió a la persona con quien entonces mantenía una relación afectiva y que también trabaja en la misma fábrica. Esa relación terminó y ella rehizo su vida con un joven con quien se casó hace seis años y con quien había tenido dos hijos, que en la actualidad tienen cinco y 22 meses.