Movilidad
Los taxistas de Madrid ponen la luz roja
Piden que el Ayuntamiento reduzca la oferta ante la falta de clientes. Movilidad les ofrece una reunión con el Ministerio de Trabajo
Si ayer no encontraban taxi en Madrid, es posible que se debiera a que casi todos se agolpaban entre Colón y Cibeles. Cientos de vehículos congestionaron el tramo con un único destino: la sede del Gobierno municipal. ¿El motivo? Básicamente, quieren que el Consistorio reduzca la flota diaria. Porque, a día de hoy, un taxista que sale a trabajar está perdiendo más dinero del que gana: unos 2.272 euros mensuales, según la Federación Profesional del Taxi de Madrid. Cuatro de cada diez, añadían, se están planteando abandonar su profesión. «Nos sale caro ponernos al volante», aseguraba ayer Joaquín, taxista con más de 25 años de experiencia.
Su caso no hace sino recordanos la voracidad de ese tsunami sanitario, económico y social que es el coronavirus. Mientras unos celebran, y con razón, la implantación del teletrabajo en sus empresas, otros, con no menos motivo, lamentan que el número de viajeros que transportaban a diario haya caído estrepitosamente. Es imposible que en una crisis como la actual llueva a gusto de todos.
El Ayuntamiento se ha sentado con los taxistas. Concretamente, el delegado de Movilidad y Medio Ambiente, Borja Carabante. ¿El problema? El Consistorio no cuenta con competencias para limitar la oferta de taxis, tal y como piden. Durante el estado de alarma del 14 de marzo sí que tenían potestad para hacerlo y de hecho se redujo a la mitad, porque el decreto del Gobierno les habilitaba para ello; sin embargo, cuando la medida decayó en junio, la oferta volvió a ser la habitual. Jurídicamente, explican, no es una maniobra que pueda ejecutarse a la ligera. Dicho de otro modo, la «pelota» está en el tejado de Pedro Sánchez. De hecho, Carabante ofreció a las principales asociaciones del sector una reunión a tres bandas, en las que también estarán invitados el Ministerio de Transportes y la Consejería del ramo de la Comunidad de Madrid.
No hay que olvidar tampoco el «intrusismo» que denuncian los taxistas por el empuje de las plataformas VTC (Uber y Cabify). Un ingrediente más que cronifica su conflicto con las poderes públicos, dentro una «carrera» larga y con demasiados baches.
✕
Accede a tu cuenta para comentar