Presupuestos

Ayuso negociará las cuentas con Vox antes de aprobarlas en el Consejo de Gobierno

Sol fija marzo de 2021 como la fecha para tener unos nuevos presupuestos que llevará al Consejo de Gobierno tras consensuarlos previamente con Monasterio

Isabel Diaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, y Rocío Monasterio, portavoz de VOX.
Isabel Diaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, y Rocío Monasterio, portavoz de VOX.Cipriano PastranoLa Razón

El Gobierno de la Comunidad de Madrid aprobará a finales de este mes un decreto para prorrogar los presupuestos. El equipo de Isabel Díaz Ayuso se ha quedado sin tiempo para tener listas las cuentas en los plazos previstos y tendrá que activar otra vez –ya ocurrió en 2019– el botón de la prórroga. No obstante, fuentes próximas a la presidenta madrileña reconocen a LA RAZÓN que el objetivo con el que trabajan en la Puerta del Sol es tener los presupuestos listos y aprobadosen el primer trimestre de 2021, para así poder ajustar las partidas a las necesidades reales que ha configurado la crisis sanitaria, económica y social vinculada con la pandemia del covid-19.

Desde el Gobierno autonómico lamentan haber contado «muy tarde» con la información necesaria por parte de Moncloa para hacer números. Afean especialmente al Ministerio de Hacienda su tardanza a la hora de trasladarles los detalles relativos al techo de gasto y las entregas a cuenta.

Contar con esta información de manos del Gobierno central ha acelerado la fase de «gestión interna» de los presupuestos. En esta etapa, la Consejería de Hacienda se encarga de diseñar con el resto de departamentos del Gobierno de coalición cada una de las partidas que formarán parte del proyecto definitivo. Este proceso interno se encuentra ya en su «fase final», reconocen desde el Ejecutivo, y el objetivo es que esté cerrado dentro de pocas semanas.

A partir de ese momento, se iniciará el tiempo de las negociaciones. El Partido Popular y Ciudadanos no cuentan con mayoría absoluta en el Parlamento de Vallecas, de manera que necesitan el «sí» de otro de los grupos de la cámara. Descartada, al menos a priori, cualquier posibilidad de entendimiento con PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos, las miradas de Ayuso y Aguado se dirigen hacia Vox.

Fue el socio de investidura, en la Consejería de Hacienda lo consideran sin ambages como «el socio preferente» y, fruto de ello, recibirá un trato preferencial en la negociación de las cuentas. De hecho, tal y como ha podido confirmar este diario en fuentes del Gobierno regional, la intención de Ayuso es negociar los presupuestos con Vox antes de llevarlos a su aprobación en el Consejo de Gobierno. Es decir, una vez que este cerrado el borrador elaborado por la Consejería de Hacienda con el resto de departamentos, la hoja de ruta de Ayuso contempla iniciar conversaciones con el grupo liderado por Rocío Monasterio. El Gobierno busca con esta estrategia tener una mínima certeza de que Vox los va a apoyar antes de aprobarlos. No se trata, aclaran desde Sol, de tenerlos completamente cerrados con Monasterio antes de llevarlos al Consejo de Gobierno, pero sí de tener medianamente encarrilada la negociación, de forma que luego sí puedan ser matizadas las cuentas mediante la incorporación de algunas enmiendas, pero que el grueso sea el fruto de la negociación llevada a cabo previamente con los de Abascal. Para cumplir este objetivo, el Ejecutivo regional ve razonable que esa negociación con Vox pueda prolongarse durante varias semanas una vez estén configuradas las cuentas a nivel interno de la coalición.

La negociación interna con el socio preferente antes de aprobar las cuentas en Consejo de Gobierno fue una estrategia que la ex presidenta Cristina Cifuentes ya articuló en la legislatura pasada con Ciudadanos, cuando los de Ignacio Aguado no formaban parte del Gobierno, sino que únicamente daban su apoyo externo.

De cara a esas conversaciones con Vox, Ayuso y su equipo ya conocen algunas de las exigencias que Monasterio pondrá encima de la mesa. Al margen de la ya clásica petición de reducir el gasto político superfluo –la eliminación de los «chiringuitos»–, la portavoz de Vox anunció la semana pasada en la Asamblea una medida muy concreta: la bajada del impuesto sobre la renta desde 2021. «Está muy bien hablar de ‘rufianes’ y ‘zendales’ pero hay que actuar. Cuando en los próximos días, las próximas semanas o los próximos meses nos sentemos a negociar los presupuestos pediremos que se haga una reducción en el IRPF en el tramo autonómico a todos los madrileños. Vamos a dejar de tanto a hablar y vamos a actuar. Protejamos a los madrileños», aseguró Monasterio. Ayuso, en su respuesta, ratificó su compromiso de bajar el IRPF medio punto a lo largo de la legislatura sin llegar a concretar si esa bajada se aprobaría para el próximo año.