La historia final

Así era Madrid en tiempos musulmanes (y II)

Al caer Toledo en 1085, se entregó también Madrid, aunque no se sabe ciertamente la fecha concreta. Pero el caso es que Madrid, desde entonces no dejó de ser cristiana ni aun durante la nueva oleada invasora almorávide

Muralla árabe de Madrid
Muralla árabe de MadridAyuntamiento de Madrid

En la ciudadela musulmana y amurallada de Magerit o Mayrit convivían con los militares aquellos que se dedicaran a actividades de servicios para mantener a esa población guerrera, aunque con su zoco y todo. Una única mezquita, en la perdida parroquia de Santa María (pero lindera con la actual catedral de la Almudena) dio paso hacia 1089 a que hubiera una segunda, expresión del crecimiento demográfico de esta ciudad.

Se vivía de la agricultura porque para ello se tenía una Vega que daba al río. Al parecer se alternaban huertas y campos de cereal en los márgenes oriental y meridional de la ciudadela, mientras que más al norte sobrevivía el monte bajo que anticipaba los bosques al pie de la Sierra.

Las descripciones geográficas andalusíes son varias (una media docena) y variadas en sus contenidos y dataciones, desde el siglo X al XIV. Son singulares porque se escriben lo mismo en al-Ándalus que en El Cairo, es decir, que las noticias y los manuscritos aunque pocos y lentamente parece que circularían de unas partes a otras.

Las alusiones a Madrid son escasas en esas corografías, una frase a lo sumo, pero de interés toda vez que en ocasiones se sitúa esta localidad en el distrito de Guadalajara y otras veces en el de Toledo (manifestación de los repartos territoriales); o porque se habla de la fundación; o porque se menciona que es ciudadela fortificada o que los viernes en su mezquita un jatib, predicador, proclamaba la jutba, el sermón.

Y, en fin, en Madrid parece que hubo un poeta digno de ser recogido en uno de esos textos del siglo XIII, el de Ibn-Said, su al Mugrib fi hula l-Magrib. El poeta en cuestión, al que podríamos apellidar como “el madrileño”, fue Abū `Abd Allāh al-Maŷrīṭī que siendo niño abandonó Madrid hacia 1085, y que fue autor de unos versos que empezaban (en árabe, claro, según traducción de Mazzoli-Guitard y Vigueras Molins):

“No hay más nítida disculpa que una [faz] tersa y clara,

cuya brillante piel la juventud ha acicalado…”

Por otro lado, cuando tal vez a principios del siglo XV Abû ‘Abd Allàh Muhammad Ibn ‘Abd al-Mun’imm al-Himyari escribió el Kitab ar-Rawd al-Mitar que era una de las grandes enciclopedias geográficas aludidas antes, pero con una curiosidad, que está ordenada alfabéticamente, al mencionar Magerit, la definió como “Notable ciudad de Al-Andalus, que fue construida por el emir Muhammad Ábd-ar-Rah-mán II (¡!) […] En Madrid hay una tierra de la que se hacen ollas que pueden utilizarse para la cochura durante 20 años sin que se rompa. Los alimentos cocidos en ellas no se estropean aun en días muy calurosos. El castillo de Madrid es una de las mejores obras defensivas que existen: fue construido por el emir Muhammad b. Ábd-ar-Rahmán II. Madrid es una pequeña ciudad y plaza fuerte bien defendida. En la época en que era musulmana poseía una mezquita mayor, donde se hacía regularmente la plática…” (trad. de Pilar Maestro)

Al caer Toledo en 1085, se entregó también Madrid, aunque no se sabe ciertamente la fecha concreta. Pero el caso es que Madrid, desde entonces no dejó de ser cristiana ni aun durante la nueva oleada invasora almorávide.

A los musulmanes de Madrid se les respetó en su ser musulmán. Pasaron a denominarse mudéjares aunque tuvieron que mudarse a la morería, que estaba extramuros. De esta manera, la medina omeya pasó a ser la almudena madrileña.

Pasear hoy por la calle Bailén sin querer ver la zona militar (alcázar) o más adelante en la otra colina, la civil; o no darse cuenta de que el campo del moro era un espacio de alardes, o que la muralla del siglo IX es uno de los vestigios musulmanes más antiguos del centro peninsular, es perderse una larga tradición cultural de cerca de 250 años…, a la que eso sí, se le puso punto y final (depende de lo que queramos tener en cuenta) o hace 936 años o hace 529 años. Más o menos.