Gastronomía

Los restaurantes solidarios que no puedes perderte en Madrid

¿Podemos hacer algo por los demás mientras nos nutrimos? Evidentemente, sí. Fun Bar! es perfecto para un rico picoteo con amigos

Fun Bar!
Fun Bar!Fundación a la par

Una de las cosas que nos distingue de los animales (que sepamos) es la capacidad que tenemos de convertir necesidades fisiológicas como son comer y beber en verdaderos placeres y, en según qué casos, en «leitmotiv» vital. El disfrute de la gastronomía congracia a izquierda y a derecha porque, al margen de las fútiles disputas respecto a lo que es lujo o no, disfrutan comiendo los ricos, los pobres, los que pagan impuesto de patrimonio y los que tienen poco más que el cielo sobre su cabeza. Ahora bien, ¿podemos hacer algo por los demás mientras nos nutrimos y disfrutamos? Evidentemente sí. Y esto admite varias posibilidades, y todas nos llevan a convertir esta bola azul en mitad del universo en un lugar más amable. Que buena falta le hace al planeta y a sus habitantes.

Fun Bar!

Cabe primero pensar en aquellos que tienen las cosas más complicadas. No sé si conocen la Fundación A LA PAR, en Montecarmelo. Puede que pasando por la carretera hayan visto un enorme torreón blanco. Ahí está su sede (en un antiguo preventorio de lepra), un referente nacional en la inclusión real de las personas con discapacidad intelectual. Tienen un club deportivo, un colegio, empresas de servicios (porque se financian, en gran medida, con todo lo que ingresan), un parque de ocio infantil y, entre otras muchas cosas, un agradabilísimo local, Fun Bar! que es perfecto para un rico picoteo con amigos o en grupo. En sala, y también en la cocina, encontramos a un montón de chavales que se esfuerzan cada día por hacer bien las cosas, ser independientes y tomar las riendas de su vida como usted y como yo. Entre las propuestas, no se pierdan los torreznos, las croquetas, la morcilla ni los chipirones. Y el entorno, por cierto, es precioso. Vayan, que el acceso es libre y les acogerán con los brazos abiertos y con las sonrisas más sinceras del mundo. Su terraza aún es aprovechable, porque van a subir las temperaturas.

La ONG Cesal

Otras buenas personas que trabajan por los demás son los chicos de Cesal, una ONG con un montón de proyectos de cooperación internacional y que también actúa en Madrid. Su línea de gastronomía social es toda una maravilla, porque dan formación, trabajo y esperanza a jóvenes que se encuentran en riesgo de exclusión social o con circunstancias personales complejas. Tienen un obrador en Colmenar Viejo en el que hacen unos helados artesanos que son un auténtico vicio y con ingredientes de Madrid. Tarta de limón, chocolate o caramelo de violetas son algunas de las propuestas deliciosas y cremosas que pueden comprar en Alcampo, Carrefour y Jamonalia. También tienen dos escuelas-restaurante en las que forman a los chavales: La Quinta Cocina, en San Blas, y Las Águilas. Vayan, por favor.

No es cosa solo de héroes

También tenemos la posibilidad de hacer el mundo un poquito más habitable cuidando del planeta, del entorno y favoreciendo a los productores más cercanos. Que sí, que el aguacate latino está muy bueno, pero la huerta matritense, sin irse uno tan lejos (ni dejar tamaña huella de carbono) o la despensa nacional, crean empleo, riqueza, generan menos residuos y son una gozada. MO de Movimiento (en el antiguo plató de la Agencia Efe), Candeli en la calle Ponzano y otra retahíla de sitiazos aplican esta ética en la elección de sus proveedores. Hacer el bien no es solo cosa de héroes ni heroínas, pues es tan fácil como disfrutar en estos sitios, germen de esperanza para muchos. La gastronomía siempre es generosa, la mire uno por donde la mire.

Fun Bar!
Fun Bar!larazon
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