El recuerdo de la voz y la mirada de Verónica Forqué en Madrid

Un Madrid vivo que acoge el recuerdo de quienes ya no están. En nuestra memoria, muchos de ellos siguen con nosotros. También al repetir su nombre. Tras cumplirse un año de su muerte el pasado mes de diciembre, esta misma semana se ha rendido homenaje a Verónica Forqué en su ciudad. Atrás quedan meses de negociaciones que han conducido finalmente a que se aprobase la iniciativa de poner su nombre a los jardines del Distrito de Chamartín, donde la actriz vivió sus últimos años. Un hermoso reconocimiento a una de las artistas más importantes de nuestro país, con multitud de premios, y que tanto hizo reír y soñar, pensar y conmover, con su voz entre inocente y pícara, con su mirada azul.

Como no podía ser de otra manera, su hija, María Iborra Forqué, no quiso faltar a este homenaje y como de costumbre, ha evitado los micrófonos de la Prensa, pero sí que ha querido pronunciar unas palabras ante la presencia de fans y de la vicealcaldesa Begoña Villacís. «Quiero dar las gracias por este bonito homenaje a mi madre» comenzaba diciendo la joven, destacando lo importante que era para la actriz esos jardines y el barrio de Chamartín: «Le gustaban tanto las plantas y la naturaleza, y significaba tanto para ella este barrio por sus padres, mis abuelos».

Feliz y orgullosa de este homenaje póstumo, María ha dejado claro que su madre está presente todos los días de su vida con esta emotiva declaración: «Sé que mi madre lo verá desde una estrella, donde lo ve todo, y disfrutará porque ella era muy amante de la naturaleza».

Verónica sigue así en su barrio. A un paso de su casa. Ella, que a lo largo de medio siglo de carrera acumuló más de 40 películas, 30 programas de televisión y más de una veintena de interpretaciones teatrales. Todo ello le hizo merecedora de más de 20 galardones, entre los que destacan los cuatro premios Goya que la convierten, junto con Carmen Maura, en la actriz más reconocida por la Academia de Cine española.