Arte

¿Podrán las máquinas traer bebés al mundo? La exposición en Madrid que conecta lo natural y lo tecnológico

La muestra "Máquina orgánica" abre sus puertas en los Teatros del Canal hasta el 23 de abril con una pregunta de fondo: ¿Estamos abiertos a otras realidades?

La gran exposición “Máquina Orgánica” de Canal Connect en Teatros del Canal muestra en 23 obras la estrecha relación entre las maquinas y ma materia viva. © Alberto R. Roldán / La Razón
Exposicion “Maquina Orgánica” Canal Connect 23 © Alberto R. Roldán / La RazónAlberto R. RoldanFotógrafos

Pájaros canarios discutiendo sobre ecología, realidad aumentada que simula los filtros de Instagram o una máquina que sufre el síndrome del impostor son solo algunas de las sorpresas que ofrece la exposición de Canal Connect. Hasta el próximo 23 de abril, los teatros del Canal reunirán 23 obras que muestran la estrecha relación existente entre la tecnología y la materia viva. Es la tercera edición de este encuentro internacional en el que se reflexiona sobre el presente y el futuro; 20 artistas explican a través de sus representaciones cómo el mundo se transforma.

Las salas, vestíbulos y pasillos del teatro se han convertido en una especie de “Show de Truman” donde habita otro mundo liderado por robots. Allí se explora la relación entre la biología y las máquinas siendo, cada vez, más fluida. Y las fronteras entre lo que parece ciencia ficción y la realidad se hacen, con el paso del tiempo, más borrosas. El comisario, Charles Carcopino, da la bienvenida al proyecto bajo esta consideración: «Si las máquinas llegan a fascinarnos y transformarnos hasta un punto en el que la vida queda intrínsecamente ligada a la tecnología y sus desarrollos, lo están haciendo de la forma más extraña y peligrosa. Como resultado del desarrollo del Antropoceno, las tecnologías están a punto de transformar el libro de la vida y perturbar irreversiblemente el orden de esta. Ahora ya la cuestión no es saber qué vamos a hacer, la cuestión es ontológica, se refiere al ser y al futuro planetario de la vida. La angustia existencial se acelera a medida que la excitación generada por los avances tecnológicos en el campo de la vida ha convertido literalmente la realidad en ciencia ficción».

El debate del futuro

Durante el recorrido llamado «Máquina orgánica» vemos una colección de vientres artificiales de los que nacen bebés, ¿podrán las máquinas reproducirse por sí solas? cuestiona la artista France Cadet en su propuesta que recuerda a Matrix. También la pieza «Akousmaflore» enseña un jardín compuesto por verdaderas plantas musicales que reaccionan a las palabras, al tacto o sonidos, porque son sensibles a la energía electrostática. El canadiense Bill Vorn, volcado en el arte robótico, dispone de una gran sala propia en la que hay máquinas con forma humana postradas en una cama, enfermas, que reaccionan ante el dolor.

Exposicion “Maquina Orgánica” Canal Connect 23 © Alberto R. Roldán / La Razón
Exposicion “Maquina Orgánica” Canal Connect 23 © Alberto R. Roldán / La RazónAlberto R. RoldanFotógrafos

Por su parte, las artistas Cristina de Propios y Anaisa Franco han contado a LA RAZÓN el porqué de sus apuestas. Cristina de Propios presenta «Artificial roots», elaborada en conjunto con estudiantes de distintas ramas de la Universidad Carlos III. Un tronco de madera presenta en su interior una pantalla artificial. Una vez más, la tecnología emulando la vida. «Fue una investigación a partir de técnicas de redes neuronales y que gira en torno a la inteligencia artificial. Son autómatas celulares, cada píxel representa una célula y se generan comportamientos complejos. Era una forma de juntar lo natural con lo adulterado», explica Cristina. Además, lo curioso de esta obra es que el espectador no verá dos veces la misma imagen puesto que nunca se repiten. Esto abre nuevos debates entre dos mundos que siempre se han situado en las antípodas y plantea muchos interrogantes de cara al futuro. Según la artista: «Es una nueva forma de interpretar el arte y de cómo influye la tecnología en el mismo, entender las nuevas herramientas que canalizan la creatividad». Es posible que muchos visitantes sientan reticencia a este nuevo mundo que ha llegado para quedarse y teman a la sustitución de personas por máquinas, por ejemplo, en el ámbito laboral. «Las matemáticas que eran muy difíciles para nosotros, los del mundo artístico, no lo son para ellos; y lo que es fácil para nosotros, como el lenguaje, es complejo para los del mundo científico. Ahora se está viendo que igual no era tan complicado, con estas técnicas de comportamientos humanos se está ganando mucho terreno en programación, en redacción de textos, etcétera. Sabemos su potencial, evidentemente siempre con una persona detrás, pero está claro que ayuda», opina Cristina. No obstante, en el arte es más espinoso, pues lo que sale a la luz es una especie de creatividad aumentada, dando por hecho que ésta se puede automatizar. Antes no todo el mundo poseía la destreza de saber dibujar; hoy, en cambio, cualquiera puede pedirle a la máquina que cree aquello que pensamos o imaginamos.

Exposicion “Maquina Orgánica” Canal Connect 23 © Alberto R. Roldán / La Razón
Exposicion “Maquina Orgánica” Canal Connect 23 © Alberto R. Roldán / La RazónAlberto R. RoldanFotógrafos

La brasileña Anaisa Franco ha desarrollado un software que utiliza un sistema de reconocimiento facial para escanear, recopilar y exhibir caras, como metáfora del uso acrítico del selfie. «Esta máquina ha reconocido los rostros de las últimas 500 personas que han entrado en la sala. Todos fluctúan orgánicamente en las paredes en distintas proyecciones, lo que nos invita a pensar en la falta de intimidad consensuada e irreflexiva que ello conlleva», expone Anaisa. Lo que la artista señala es que cada ser humano tiene varias señales del cuerpo totalmente únicas y que sirven para identificarnos. Ahora, con avances tecnológicos como el recomiendo facial, de huellas o iris se puede conectar con otras realidades. De hecho, la artista confirma que el futuro de la identificación de las personas pasará por la lectura del iris. Atrás quedaron los interrogatorios en los aeropuertos para cruzar fronteras, con una mirada se sabrá todo.

La experiencia en Canal Connect irá acompañada de talleres y cursos formativos opcionales en los que se incluye al público de todas las edades: niños, jóvenes y adultos. Una experiencia inmersiva que deja la puerta abierta a un futuro lleno de posibilidades.