Los bomberos forestales se concentran ante la Asamblea de Madrid para exigir soluciones en periodo de alto riesgo de fuegos

Los bomberos forestales de la Comunidad de Madrid se concentraron ayer frente a la Asamblea de Madrid. Esta acción tenía como objetivo respaldar la comparecencia del presidente del comité de empresa, que intervenía ante los grupos parlamentarios para exponer las graves problemáticas que atraviesa el colectivo, así como sus principales demandas, que "continúan sin respuesta por parte de la Administración", aseguran los forestales.

La movilización coincide en un momento de alto riesgo de incendios forestales, "lo que hace aún más crítica la falta de medidas y el abandono institucional que sufre este servicio esencial". Su queja es que la Consejería de Medio Ambiente, Agricultura e Interior, "sigue sin atender a la parte social". Mientras tanto, la empresa pública TRAGSA, responsable de la gestión del servicio de prevención y extinción de incendios forestales en la Comunidad de Madrid, "ha demostrado ser completamente incapaz de ofrecer una gestión eficaz y dar respuesta a las necesidades del colectivo, perpetuando una situación insostenible tanto para el personal como para la seguridad de la ciudadanía".

Las principales reivindicaciones de los bomberos y bomberas forestales son:

1. Negociación urgente de un nuevo convenio colectivo. El actual, firmado en 2008, lleva caducado desde 2012.

2. Reducción drástica de la temporalidad en la contratación, que compromete la continuidad y profesionalidad del servicio.

3. Implementación real de un plan de evaluación de riesgos laborales, para garantizar condiciones seguras en un trabajo de alto riesgo.

4. Desbloqueo del encuadramiento profesional, con el reconocimiento de la categoría profesional de bombero forestal y su correspondiente ajuste laboral y salarial.

5. Aplicación inmediata de la Ley 5/2024, de 8 de noviembre, básica de bomberos forestales, que debe regir ya el marco laboral y funcional del colectivo.

Además, denuncian "la creciente aparición de dotaciones inoperativas o incompletas por falta de personal, una consecuencia directa de la alta temporalidad, los bajos salarios y el elevado coste de vida en la Comunidad de Madrid, que dificulta gravemente la cobertura de los servicios mínimos operativos.

Desde el pasado invierno, el colectivo mantiene una lucha firme y continuada contra una administración que los ignora y una empresa, TRAGSA, que no ha sabido ni querido gestionar adecuadamente el operativo. Ante la falta de avances reales, anuncian que continuaran con acciones contundentes durante todo el verano si no se da una respuesta inmediata y efectiva a sus reivindicaciones".

Los bomberos forestales madrileños han exigido "respeto, reconocimiento y condiciones laborales dignas" y han alertado de que "en el contexto actual de emergencia climática y riesgo extremo de incendios, la inacción institucional pone en peligro no solo sus vidas, sino también las de los ciudadanos y el patrimonio natural de la región".