Seguridad

Las cámaras se encienden en Chueca: «Hay menos peleas»

Un total de 26 dispositivos vigilan desde este miércoles las zonas más conflictivas de este barrio

CAMARAS DE SEGURIDAD EN LAVAPIES
Este miércoles, más de una veintena de nuevas cámaras empezaron a funcionarJesús G. Feria

«En los últimos días he notado que el barrio está más tranquilo y que hay menos peleas», dice Iris Pérez, dependienta de un herbolario en la Plaza Pedro Zerolo a este periódico. También que hay más presencia policial y que la respuesta a cualquier mínimo revuelo es más rápida que nunca. «Supongo que será por las nuevas cámaras, pero esto era necesario, la situación era insostenible», confiesa. Desde este miércoles, 26 nuevas cámaras de vigilancia repartidas por todo el barrio ya están en un funcionamiento. Además de la céntrica plaza, las calles Hortaleza, de la Reina, Barbieri, Augusto Figueroa, Infantas, Libertad, San Marcos, y Gravina también han visto reforzada su seguridad.

Una decisión que vino forzada tras las peticiones de vecinos, entidades vecinales y comerciantes de la zona tras una larga temporada de hurtos y conflictos continuos en esta zona de la ciudad. La ubicación de las cámaras ha sido seleccionada por la Policía Nacional a través de sucesivos informes, con excepción de dos emplazamientos de la calle Farmacia que han pedido expresamente los vecinos que también sean videovigilados. Por este motivo, han sido finalmente 26 las nuevas cámaras instaladas en vez de las 24 iniciales. Una inversión que asciende a medio millón de euros solo en el caso de Chueca, pues las instalaciones incorporan todas las mejoras tecnológicas más actuales de este momento, como Inteligencia Artificial.

«En este último año han intentado entrar varias veces en nuestro restaurante, forzaron la cerradura y pese a que tenemos alarma consiguieron entrar. Es un alivio que hayan decidido hacer algo», dice Rafael Cumana, camarero de uno de los restaurantes situado en la calle de la Reina, una de las más problemáticas. Una de las ventajas de estos nuevos dispositivos de seguridad es que muchos de los hechos podrán ser resueltos cuando se produzcan. Una situación a la que han tenido que enfrentarse muchos de los establecimientos que han sufrido hurtos. «Es una seguridad para el barrio y para la defensa de cada uno. Hace unos meses entró un ladrón por el almacén de la tienda, vino la policía, pero como no había pruebas; no pudieron hacer nada», explica Lucía Cuadrado, una de las dependientas de una tienda de la calle Hortaleza.

Durante este mandato, el Gobierno municipal ha instalado más de un centenar de nuevas cámaras, una tercera parte de todas las operadas por el Cuerpo de la Policía Municipal, en diversos espacios y barrios de la capital. Al principio del mandato, se actualizaron las cámaras de Lavapiés –donde se han sumado 17 dispositivos de refuerzo a los 48 con los que ya contaba– y la calle Montera, en el distrito Centro, y recientemente, se han renovado los sistemas de videovigilancia ya existentes en el entorno de Ballesta como en el propio Lavapiés. La delegada de Seguridad y Emergencias, Inmaculada Sanz, señalaba hace unos días que se está estudiando, desde el punto de vista técnico y policial, la instalación de cámaras de videovigilancia en otros enclaves en la capital como la Plaza del Dos de Mayo, Plaza Elíptica o el Parque Calero. Aunque sobre estos proyectos, ha apuntado, que «no se van a poder ejecutar en este mandato». Han sido importantes las peticiones vecinales que han recibido para la rápida actuación en estos espacios, pero desde el Consistorio no dejan de estudiar la futura colocación en distintos emplazamientos de otros distritos como Usera, Villaverde, Latina o Ciudad Lineal.

En el barrio también hay quienes no muestran una gran confianza en estos nuevos dispositivos. Martín Gago, responsable del mítico bar El Respiro, en la calle de las Infantas, señala que «robos va a haber siempre, sin ninguna duda. Con cámaras o sin ellas. En cualquier lugar te pueden robar». Para Gago, Chueca es un barrio seguro y en todos los años que lleva regentándolo dice no haber tenido nunca ningún problema. Sin embargo, esta misma semana presenció cómo se producía un robo en su propio bar. «Pero creo que es más por imprudencia que otra cosa. Malas personas hay en todos lados y si quieren robarte, lo van a hacer», sostiene. Si en algo están de acuerdo los habitantes del barrio madrileño, es que toda seguridad es poca. Por el momento y después de pocas horas desde su instalación, los nuevos dispositivos están funcionando bien, están resultando disuasorios y el tiempo y las cifras darán la razón.