Salud

El cáncer reduce su letalidad en una Comunidad de Madrid más sana

La Comunidad de Madrid presentó ayer un Informe del Estado de Salud positivo, aunque preocupan ciertas ETS

Gente corriendo y haciendo deporte en el Retiro.
Gente corriendo y haciendo deporte en el Retiro. Jesús G. FeriaLa Razón

El Gobierno regional presentaba ayer el último Informe del Estado de la Salud, desde que se publicara su anterior versión después de la pandemia. Entre las evoluciones más destacadas anunciaron el descenso de la mortalidad de ciertos tumores y la mejora tanto de la calidad como de la esperanza de vida. Por contra, mostraron su preocupación por el paulatina envejecimiento de la población madrileña, así como por el previsible descenso de la natalidad en toda Europa.

La consejera de Sanidad Fátima Matute se refirió como «la nueva pandemia» a los problemas de salud mental que cada vez afectan a más jóvenes en especial. También facilitaron datos positivos sobre las cifras de consumo de tabaco y alcohol, como de ciertos estupefaciente. En cambio, desde la consejería admitieron que «una de nuestras grandes preocupaciones para esta legislatura es el crecimiento de algunas enfermedades de transmisión sexual». Por ello, insistieron en la importancia de invertir en la educación de hábitos saludables en esta materia.

De esta forma, la Comunidad de Madrid ha reducido los fallecimientos por cáncer en los tres tipos de tumores malignos para los que la Administración autonómica tiene programas propios de detección precoz. Así, la mortalidad por el de mama ha disminuido hasta situarse en 20 óbitos por cada 100.000 habitantes. Los decesos por el de colon, también, hasta algo más de 13 en mujeres y casi 25 en hombres. Por su parte, la letalidad del cáncer de cuello uterino se mantiene estable, sin llegar a los 3 fallecimientos por cada 100.000. En los tres casos, la región cuenta con unas cifras menores que la media del conjunto nacional.

Matute destacó «la importancia que están teniendo los programas de prevención y cribado, o la adquisición, cada vez más, de hábitos saludables por parte de la ciudadanía», si bien advirtió de que «hay que seguir trabajando en aquellos otros aspectos negativos, a veces más propios de fenómenos sociales o modas pasajeras en los que, pese a todo, se observa una tendencia descendente». Sin embargo, el documento refleja que la mortalidad por causas asociadas al pulmón se ha duplicado entre las mujeres en las últimas dos décadas, pasando a ser la primera causa por tumores malignos en este sexo, por encima incluso del cáncer de mama. Los fallecimientos por el de páncreas tampoco han dejado de aumentar en el mismo periodo: un 15% entre los hombres y un 26% entre las madrileñas.

Precisamente, se destacó la «importante reducción» de hábitos que perjudican la salud. El tabaquismo anota una mejora evidente en la región desde 2001 reduciéndose el consumo ocasional o diario en 16,6 puntos porcentuales en hombres, y 15,7 en mujeres. Sin embargo, siguen fumando uno de cada 5 adultos. También hay que subrayar el descenso de los jóvenes de 15 a 16 años que practican este hábito a diario, hasta situarse en el 5,2% de los chicos y el 8,2% de las chicas. De la misma forma, en los últimos 20 años ha descendido la ingesta de alcohol, la sustancia psicoactiva más consumida por los madrileños: si en 2001 la cifra relativa de bebedores de riesgo se elevaba al 4,3%, habría bajado hasta el 1,8%. Pese a este dato positivo, Salud Pública alerta de que la media de edad de inicio en este hábito tan perjudicial es de 14 años.

Respecto a los estupefacientes, la cocaína, con un 26,5%, la heroína (20,3%) y el cannabis (15,3%) son los principales causantes de las asistencias en la Red de Atención a Drogodependientes de la Comunidad de Madrid. El 41,1% de sus usuarios recibe este servicio público por policonsumismo. Además, el 1,8% lo ha hecho para ser tratado por una adicción comportamental, más de la mitad de ellos por juegos de azar.

Una población más envejecida

La región ha recuperado y consolidado su posición de liderazgo en el ámbito europeo en esperanza de vida: esta se situó en 2022 en 84,6 años de media (82,08 en hombres y 87,11 en mujeres), tal y como reconoce el Instituto Nacional de Estadística. Hace tan sólo dos décadas, las madrileñas vivían de media hasta los 84,53 años y los madrileños, hasta los 77,19.

La natalidad mantiene la tónica general descendente iniciada en 2009 en Europa, con una tasa de 7,61 nacidos vivos por mil habitantes. Sin embargo, la Comunidad de Madrid ha revertido la tendencia en 2023 con 52.319 nacimientos, un 2,7% más que el año anterior y a diferencia de la tendencia nacional. El estudio también demuestra que sigue elevándose la edad media a la que las mujeres tienen a su primer hijo, 34,6 años. Más del 10% de los casos corresponde a gestantes mayores de 40, una realidad que se ha incrementado en los últimos tres lustros. Por el contrario, el porcentaje de embarazos en menores de 20 años ha disminuido hasta situarse por debajo del 2%.

En cuanto a sobrepeso y obesidad en adultos, los valores registrados se mantienen muy elevados. Para el Gobierno regional, el problema es especialmente relevante en hombres: 53,8% en 2022 con un incremento anual de 0,91% desde 1994. En mujeres la prevalencia es del 32,7% en 2022, con un incremento anual de 1,5%. En jóvenes se ha pasado de una prevalencia de 17,9% en 2001 a 21,2% en 2022 en hombres, y de 7,5% a 16,9% en mujeres.

Sobre los comportamientos de asistencia a los centros de salud o lo que se conoce como morbilidad, el estudio concluye que, estadísticamente, las mujeres acuden más al centro de salud que los hombres. Los motivos más habituales de consulta son las patologías infecciosas y las respiratorias agudas de vías superiores, como el COVID o la gripe. En cuanto a las causas más frecuente de ingresos hospitalarios, las principales en hombres son las patologías asociadas al sistema nervioso, con un 25,9%, las digestivas, con un 22,4%, y los tumores, con un 20%. En mujeres, son los cuadros asociados al sistema nervioso, con un 31,6%, seguidas de los tumores, con un 19,5%.

Respecto a la salud mental, destaca el aumento en la asistencia a adolescentes, principalmente mujeres. Hasta los 14 años, los principales casos están relacionados con trastornos del comportamiento y del sueño. En el tramo que va de los 15 a los 74 años, las casuísticas más comunes son la ansiedad o la depresión, siendo superadas a partir de esa edad por problemas de memoria y demencia.

El documento también recoge una dinámica al alza de las enfermedades de transmisión sexual, excepto la infección VIH/sida. En el último quinquenio el número de casos de sífilis, infección por Chlamydia trachomatis (incluyendo linfogranuloma venéreo) e infección gonocócica han aumentado un 67,4%. En particular, la consejería se refería al incremento de las infecciones gonocócicas: «El incremento se debe a una pérdida de concienciación de las nuevas generaciones con el uso del preservativo u otras precauciones. Una concienciación que sí se arrastraba en décadas anteriores por el VIH».