
Aniversario
La Casera: las bodas de diamante de un icono nacional
La Casera cumple 75 años con un aire renovado, pero con esencia perpetua

Hoy me voy a poner nostálgico, permítanme esa licencia. A un servidor le gusta mirar atrás, pero, eso sí, siempre con una sonrisa y más cuando lo que se recuerdan son buenos momentos y mejores compañías. Aunque se me vean las costuras, voy a dar un paso al frente para compartir con ustedes, mis fieles lectores, algo muy nuestro, genuino y auténtico, que inconscientemente ha formado parte de nuestra infancia y de los mejores momentos de nuestra vida. Pero es que, además, tenemos el privilegio de que sigue con nosotros 75 años después de su creación, con un aire renovado, pero con su esencia imperturbable. Quién no recuerda aquellas mesas de domingo en familia con la televisión de fondo –sin el protagonismo de hoy en día–, en las que se hablaba, se mantenían conversaciones y además se disfrutaba de esa gastronomía y bebida de siempre, cargada de sabor y con esa sensación valiosa de hogar. Más pistas. Para los jovenzuelos que no lo sepan, hubo un tiempo en el que nuestras abuelas tenían unas despensas de ensueño en las que no faltaban esas emblemáticas botellas de gaseosa de cristal, que eran como un tesoro y adalid de absoluta modernidad. Seguro que ya han descifrado este acertijo.
Sí, hablo de La Casera, que está de celebración. Cumple 75 años de vida, como testigo privilegiado de comidas, cenas, aniversarios, cumpleaños e incluso domingos de playa y nevera. ¡Qué momentazo! No podemos pasar por alto una efeméride de tal magnitud y es el momento de poner en valor esta empresa que forma parte de nuestro ADN; ha transcendido su papel de marca para formar parte de la vida cotidiana como un elemento de uso común. El paso del tiempo la ha hecho estar más de moda que nunca y es que su capacidad de adaptabilidad a los nuevos tiempos no parece tener límites. Pero siempre con su autenticidad y transmitiendo esos valores de familia que tanto nos gustan. La Casera está considerada una de las 50 marcas de gran consumo más elegidas por los hogares españoles, cumple años en plena forma y posicionada como líder indiscutible dentro de las categorías de gaseosa y de tinto de verano. Esta versatilidad y sus 0 azúcares y 0 calorías le han permitido adaptarse a la perfección a los tiempos y a nuestras costumbres, así como anticiparse en todo momento a las tendencias.
Cien por cien española, La Casera nació el 31 de mayo de 1949 gracias a la visión empresarial de su creador, Félix Duffo, cuya voluntad fue «crear un refresco suave y agradable, transparente y natural, con un sabor familiar para la mayoría de los españoles y que pudiera ser consumido sólo o mezclado, en los grandes y pequeños momentos de la vida cotidiana». Perteneciente en la actualidad al porfolio de Suntory Beverage & Food Spain y tras siete décadas de evolución en las no ha dejado de ofrecer productos versátiles, ligeros y refrescantes, La Casera sigue siendo fiel acompañante de la mesa por su naturalidad y por un sabor único. No lo olviden que, gracias a ella, nuestro tinto de verano lleva el mejor apellido posible: La Casera. En los años ochenta, fue la primera marca que popularizó el término «tinto de verano» para referirse a la mezcla de su producto estrella, la gaseosa con vino, y cinco décadas después, en 2007, lanzó la versión lista para tomar al mercado. Eso sí que es un productazo.
Marca muy querida y un icono de la cultura popular –los jóvenes tienen ahora como objeto de deseo y de coleccionista esa botella de vidrio con el tapón mecánico–, quiero reivindicar la figura de su fundador. La Casera fue constituida por Félix Duffo González, pero sus orígenes se remontan a su padre, Francisco Duffo, nacido en 1873 en Saint-Laurent-de-Neste (Francia) y dedicado a la exportación e importación de material para la fabricación de bebidas carbonatadas. En un viaje a San Sebastián conoce a la que sería su esposa, Victoria González, con quien tuvo cinco hijos (Félix y sus hermanos Francisco, Víctor, Carlos y Ernesto). Esta unión vinculó para siempre el apellido Duffo a España. Tras la I Guerra Mundial, los Duffo González abandonaron París y se trasladaron a Barcelona. Allí, el padre de familia continuó su pasión por las bebidas carbonatadas y en base a este expertise fundó Espumosos El Rayo. En aquella época, Félix acompañó a su padre a un congreso, donde conoció a Mercedes García –futura mujer–, hija de un cliente de su padre. Por ella se trasladó a Madrid, donde años después nacería La Casera. Como curiosidad y como ejemplo de que los comienzos no son fáciles para nadie, sea de la generación que se sea, Félix Duffo fundó nuestra Casera gracias a un préstamo de 300.000 pesetas y con el apoyo como ayudantes de Áurea Logroño y su primo Domingo Colón. El emprendimiento siempre cuesta y es una prueba de fe, pero cuando se tiene entre manos algo con lo que sabes que puedes hacer historia es imparable.
Y para conseguir sus objetivos, Félix tuvo claro desde sus inicios que la publicidad debía de ser uno de los pilares. Apoyo y palanca con la que ha conseguido meterse en nuestro torrente sanguíneo; la publicidad ha convertido a la marca en una leyenda. Con motivo de su aniversario, recupera este 2024 su eslogan más célebre y reconocido, «Si no hay La Casera, nos vamos», inventado por el célebre publicista José Luis Zamorano en los años 80 y convertido en parte de la cultura popular española. El objetivo de la campaña es claro: reivindicar la manera de celebrar y de sentir todos esos momentos sociales de calidad en los que La Casera ha sido históricamente protagonista.
Espontánea y divertida, así es La Casera. Una de esas pequeñas-grandes cosas que nos hacen sentir orgullosos de nuestra manera de vivir, comer y beber.
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