Lunes al Sol
Fuenlabrada, el fortín socialista que todos quieren asaltar
La localidad es para Ayuso lo que Sevilla es para Juanma Moreno
Seguridad, infraestructuras, descentralización, identidad…Son algunos de los mensajes que se repiten en la precampaña madrileña para conquistar los municipios del «cinturón rojo» de la región. La competición electoral se intensifica para arrebatar o mantener los territorios del sur y los barrios de la capital. Si el refuerzo del sentimiento de pertenencia a Vallecas es una de las bazas explotadas por la izquierda, al otro lado, Vox defiende el cuidado de lo cercano para ganar terreno el 28-M.
Los de Abascal prevén penetrar en distritos y municipios con un electorado obrero y desencantado con el bipartidismo tradicional. La seguridad, la inmigración y la protección de los pequeños negocios forman parte del ideario de la formación conservadora y coinciden en gran parte con las preocupaciones de los habitantes. Por eso, trabajan para extender el lema «La patria empieza en los barrios» no sólo en la capital.
El sur de la región es prioritario en la estrategia de todos los partidos, especialmente Fuenlabrada, la ciudad donde siempre ha gobernado el PSOE. Para el PP de Madrid, conquistar este nicho sigue siendo un reto. El sorpasso en estas localidades es fundamental para lograr una mayoría absoluta que no ha vuelto a cosechar desde las contundentes de Esperanza Aguirre. Haciendo un paralelismo en el contexto actual se podría decir que Fuenlabrada es para Ayuso lo que Sevilla para Juanma Moreno Bonilla. El andaluz arrasó en el bastión histórico del PSOE y la madrileña pretende hacer lo mismo en el fortín socialista de la Comunidad. En la primera planta de Génova creen que la crisis económica y las consecuencias del último paquete legislativo del Gobierno pasarán factura en los feudos socialistas. El desgaste de la marca juega a favor del vaticinio de los populares. No obstante, advierten que «será difícil ya que al coincidir las elecciones autonómicas y municipales, separar las papeletas a la hora de votar complica los resultados». La aclaración es considerada por la oposición como una manera de rebajar las expectativas ante unas previsiones electorales «no tan buenas para Ayuso», en referencia a una aplastante mayoría absoluta a costa de feudos del PSOE. Éstos se esfuerzan por mantenerse con planes diametralmente opuestos que pasan por resucitar el discurso de los ricos y los pobres imitando la estrategia nacional de Pedro Sánchez.
En la capital, el pulso por controlar determinados barrios se intensifica. La candidata del PSOE al Ayuntamiento, Reyes Maroto, quiere reconquistar los nichos socialistas y pese a reivindicar a la ex alcaldesa, Manuela Carmena, su plan pasa por hacerse con los votos de la formación de Rita Maestre, ex portavoz de la regidora en la anterior legislatura. PSOE y Más Madrid son conscientes de que el asalto pasa por la movilización de unos vecinos desmotivados. Por ello, Maestre ha centrado la precampaña en remarcar el mensaje de cercanía de la política municipal a los vecinos por encima de debates nacionales, y situar a los distritos en el centro de su estrategia.
La aparente seguridad de la izquierda dando por hecho que recuperarán terreno en determinadas zonas de la capital no es compartida por el equipo del alcalde, José Luis Martínez-Almeida, convencido de que superará la marca de las pasadas elecciones. Su precampaña, basada en la exhibición de gestión, atracción de turismo, medio ambiente y buenos resultados económicos, avanzará a medida que culmine los proyectos de la legislatura, dejando para la recta final los principales anuncios. Cuenta Almeida con el efecto arrastre de Ayuso y su mensaje de orgullo madrileño que la izquierda abandonó a favor de un discurso poco ilusionante. Ahora lo quieren recuperar pateándose las calles.
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