Historia

El Palacio del Marqués de Villafranca, una joya en el Madrid medieval apoyado en la muralla cristiana del siglo XII

Este edificio, que hoy se conoce como el palacio del marqués de Villafranca o de Don Pedro de la Vega, fue una gran casa señorial con jardín, tres patios y distintas dependencias

 El palacio del Marqués de Villafranca, actual sede de la Real Academia de Ingeniería
El palacio del Marqués de Villafranca, actual sede de la Real Academia de Ingeniería. David JarDavid JarFotógrafos

Es bien sabido que la belleza de Madrid es discreta, sin aspavientos, no es ciudad que guste de pavonearse, es más de enamoramiento a fuego lento, de dejarse querer, de descubrir sus encantos, que los tiene y muchos, poco a poco, porque no es atrevida.

Y por eso, para descubrir muchos de sus palacios hay que pasearla y andar con la mirada atenta porque es muy probable que hayamos pasado decenas de veces por delante de ellos sin que hayamos prestado atención. Más allá de los más populares, sus valiosas joyas nos sorprenden en una pequeña callejuela, volviendo nuestros pasos atrás porque hemos visto de reojo algo que nos llama la atención...

Es el caso del que hoy traemos a esta sección, el palacio del Marqués de Villafranca, no diremos que desconocido, pero seguro que son muchos lo que nunca le habían prestado atención o desconocen incluso que se trata de una mansión con tanto que ofrecer.

Situado en la calle de San Pedro, 10, en pleno Madrid de los Austrias, en el barrio de San Andrés, uno de los más antiguos de Madrid y el preferido por la aristocracia madrileña. De hecho, los marqueses de Villafranca, junto con la casa del Infantado, fueron los principales impulsores de la urbanización de esta zona de la capital.

A partir de 1608, cuando la capitalidad de Madrid era aún reciente, Pedro Álvarez de Toledo y Colonna, marqués de Villafranca, compró una serie de terrenos entre las calles Cruz de San Roque, Redondilla y Mancebos para establecer sus casas principales. Era la antigua calle de la Alcantarilla, una de las cavas cuyo su nombre ya nos indica su función, próxima a la antigua morería, al pie de la llamada muralla que cercaba Madrid desde el siglo XII, para levantar un caserón de los Lasso, cercano al antiguo Alcázar.

Parte de sus muros están levantados sobre restos de esta antigua muralla, hoy visible desde la calle Mancebos, paralela a Don Pedro. Este edificio, que hoy se conoce como el palacio del marqués de Villafranca o de Don Pedro de la Vega, fue una gran casa señorial con jardín, tres patios y distintas dependencias, con la fachada principal a la calle Redondilla.

 El palacio del Marqués de Villafranca, actual sede de la Real Academia de Ingeniería. David Jar
El palacio del Marqués de Villafranca, actual sede de la Real Academia de Ingeniería. David JarDavid JarFotógrafos

El caserón fue transformándose durante los siglos XVII al XIX y disminuyendo su perímetro. El edificio que hoy vemos, del arquitecto Francisco Ruiz, inició su construcción en 1717 y acabó en 1734.

El XI marqués de Villafranca y de Medina Sidonia, se casó en este palacio en 1775 con María Teresa Cayetana, XIII duquesa de Alba inmortalizada por Goya en varios cuadros. Aquí vivieron de hecho varios años hasta que se trasladaron al palacio de Buenavista.

Entre 1777 y 1802 se reformó interiormente el palacio. Cabe la posibilidad de que esta reforma fuera obra de Silvestre Pérez y posiblemente entonces se añadieran las dos portadas gemelas neoclásicas. Hoy está transformado en tres edificios diferentes, unificados con la alargada fachada, que cuenta con 18 vanos en cada nivel. La segregación de la propiedad podría haber sido realizada en el último tercio del siglo XIX.

 El palacio del Marqués de Villafranca, actual sede de la Real Academia de Ingeniería. David Jar
El palacio del Marqués de Villafranca, actual sede de la Real Academia de Ingeniería. David JarDavid JarFotógrafos

Tras la muerte de Pedro Álvarez de Toledo y Palafox, XIII marqués de Villafranca, sus herederos hipotecaron el palacio y después lo vendieron en dos partes. En 1872 traspasaron la propiedad del cuerpo principal a Pablo Pérez Seoane y Marín, conde de Velle y luego Duques de Pinohermoso. El extremo oeste del palacio, donde se situaban las cocheras, las cuadras y el jardín, pasó en 1876 a Juan Bautista Sofía y Mailly. Este sector fue usado como colegio de la congregación del Sagrado Corazón hasta que en 1901 fue derribado para levantar uno nuevo.

Una vez instalados en el palacio, los condes de Velle decidieron reformar su interior adaptándolo a los nuevos gustos y para ello contrataron a Arturo Mélida. El arquitecto y decorador renovó prácticamente todo el interior siguiendo un estilo ecléctico. También construyó la galería invernadero de hierro de la planta noble.

 El palacio del Marqués de Villafranca, actual sede de la Real Academia de Ingeniería. David Jar
El palacio del Marqués de Villafranca, actual sede de la Real Academia de Ingeniería. David JarDavid JarFotógrafos

En 1965 el palacio se convirtió en un restaurante, Puerta de Moros, uso que mantuvo hasta 1989, momento en que fue adquirido por el Estado. En 2005 se cedió el uso a la Real Academia de Ingeniería, con el compromiso de llevar a cabo el proyecto de rehabilitación del palacio. Las obras duraron de 2007 a 2009.

El «lavado de cara» del edificio se llevó a cabo bajo supervisión de los técnicos de Patrimonio Histórico. El objetivo era armonizar una estructura del siglo XVIII a las necesidades de la Real Academia de Ingeniería.